Sally Rooney, la voz de los millennials

FT MERCADOS

La novelista explora en su nueva obra “Donde estás, mundo bello”, los límites entre la amistad y la pasión del flechazo, al llevar a sus personajes hacia la madurez de la vida.

Sally Rooney, escritora y guionista.
Laura Battle
Ciudad de México /

Como si fuera por diseño, la adaptación para televisión de la novela Normal People (Gente normal) de Sally Rooney llegó a la pantalla chica en abril de 2020. Con gran parte del mundo en confinamiento en sus hogares, la relación intermitente entre Connell y Marianne —dos adolescentes irritados con el entorno social y familiar de una pequeña ciudad de Irlanda— tuvo un atractivo instantáneo. 

El programa de drama de BBC/Hulu se transmitió más de 62 millones de veces en BBC iPlayer; una cuenta de Instagram dedicada al collar de plata de Connell obtuvo más de 100 mil seguidores; Rooney ganó una audiencia totalmente nueva. De repente, la novelista a menudo apodada “la voz de la generación millennial” se convirtió en una escritora para nuestros tiempos. 

Esta semana, con la publicación de su tercera novela —Beautiful World, Where Are You (Dónde estás, mundo bello)— Rooney vuelve a ser el centro de la atención. La vida privada de la autora, su política (es una autodenominada marxista) y sus credenciales literarias se han abierto al debate. 

Al igual que los dos anteriores, el último libro de Rooney trata de un conjunto muy unido de jóvenes aproximadamente de su edad. Los correos electrónicos y los diálogos en persona entre las mejores amigas Eileen y Alice y sus respectivas parejas proporcionan la estructura. Aprehensivos y distantes, obstinados, sin embargo frágiles, sus preocupaciones incluyen las crisis políticas, el cambio climático, los relojes biológicos, “las personalidades sexuales” y los males de la cultura de la celebridad. 

“Mis personajes son bastante irritables. Están orientados al conflicto, les gusta que las cosas salgan verbalmente y, en ciertas situaciones, me identifican como soy”, dijo Sally Rooney durante una entrevista. 

Rooney nació en 1991 en Castlebar, Irlanda, es la segunda de tres hermanos y creció durante el llamado auge del Celtic Tiger, un periodo de prosperidad impulsado por la inversión extranjera. Pero cuando comenzó su carrera universitaria en el Trinity College de Dublín, Irlanda se estaba recuperando de los efectos de la crisis financiera de 2008. 

Ella dice...

“Mis personajes son bastante irritables, están orientados al conflicto, les gusta que las cosas salgan verbalmente y, en ciertas situaciones, me identifican como soy”
“Se demostró que las nociones preconcebidas sobre la economía, desde mi perspectiva, eran bastante falsas”, dijo. “Entonces fue como ‘oh, entonces, ¿qué más es una mentira?’... cambió mi forma de pensar, en el sentido de que me volví más crítica con las verdades comunes”. 

Cuando era estudiante, Rooney se convirtió en la debatiente competitiva número uno de Europa continental. Fue su ensayo de 2015 sobre esto, “Even If You Beat Me” (Incluso si me derrotas), lo que llamó la atención de Tracy Bohan, una agente de The Wylie Agency. 

“Me llamó la atención la claridad de la escritura”, explica Bohan, “su inteligencia y honestidad (pero) el sentido del humor muy particular de Sally, que he llegado a conocer y amar, también está ahí”. Conversations With Friends (Conversaciones entre amigos) fue adquirido por Faber después de una subasta a siete bandas. Normal People vendería más de un millón de copias. 

Hasta ahora, Beautiful World ha recibido críticas en su mayoría entusiastas. Pero los elogios nunca han sido universales. El novelista Will Self rechazó Normal People como “cosas muy simples”. El Sydney Morning Herald el mes pasado describió el trabajo de Rooney como “menos literatura y más producto cultural”. Y la ausencia de Beautiful World en la lista de candidatos de Booker de este año (Normal People llegó a la lista de posibles candidatos en 2018) es notoria. 

Una crítica más reflexiva puso de relieve la preocupación de la autora por personajes que son casi exclusivamente jóvenes, blancos y privilegiados. Al igual que la misma Rooney, también son inteligentes, y su entorno se refleja en un estilo de escritura aparentemente sin esfuerzo, exquisitamente genial y, con frecuencia, autorreferencial. “Por un lado, sé que el cuerpo humano puede ser increíblemente resiliente”, comenta Alice. “Por otro lado, mis fornidos antepasados campesinos hicieron poco para prepararme para una carrera como una famosa novelista muy despreciada”. 

La capacidad de Rooney para mapear los problemas macro en la conciencia cotidiana está bien adaptada al momento. Sus personajes rara vez viajan (si lo hacen, es en la seguridad europea), hay poca acción directa y en Beautiful World, se hace referencia al confinamiento en sí. 

Rooney ahora se asocia con un florecimiento de la literatura irlandesa contemporánea. The Stinging Fly, una revista literaria la cual alguna vez editó, ha ayudado a lanzar las carreras de Nicole Flattery y Clare-Louise Bennett, entre muchas otras. Se trata de escritores que recuerdan poco sobre la era anterior a internet y cuyos personajes llevan a cabo sus vidas a través de smartphones. 

Sin embargo, si bien Rooney puede ser conocida como la “Salinger de Snapchat”, es notable que a ella no le interesa compartir en exceso. Dejó de tuitear poco después del referéndum irlandés sobre el aborto en 2018, por el que había hecho campaña. Los detalles sobre su vida privada siguen siendo escasos, aunque hay un agradecimiento a su esposo John Prasifka, a quien conoció en Trinity, en los reconocimientos de Beautiful World. 

Entonces ¿Qué sigue para Sally Rooney? La novelista aún joven bien puede sorprender con una nueva dirección audaz. O tal vez ella tiene en mente un esquema más grande: el próximo volumen en una especie de bildungsroman (novela de aprendizaje) generacional que verá su creciente elenco de millennials a través de la paternidad, la mediana edad, decrepitud, y más allá.


​srgs

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