Salvando la Navidad ante la pandemia

FT MERCADOS

Los gobiernos están dispuestos a poner en riesgo el progreso contra la pandemia para no arruinar el valor simbólico de las fiestas decembrinas.

Festejar la navidad con la pandemia.
Tim Harford
Ciudad de México /

Nos despedimos de mi madre en Nochebuena de 1996. Ella había fallecido a principios de diciembre después de una larga y dolorosa enfermedad, pero cuando llegó el final, fue repentino. No debe haber sido fácil organizar un funeral en Nochebuena, pero de alguna manera mi padre lo logró; las calcetas de los niños también se llenaron. Creo que hablo con algo de conocimiento de lo que arruina o no la Navidad

Entonces, ha sido desconcertante ver la especulación en la prensa sobre si Boris Johnson “salvará la Navidad”, como si fuera un duende con exceso de promoción de una película de la temporada navideña. (Es, ciertamente, un papel para el que está mejor calificado que para el de primer ministro de Reino Unido). 

Aparentemente, se piensa que si el país sigue en confinamiento a finales de diciembre, la Navidad está arruinada. Si se levanta el confinamiento, como se puede esperar, a principios de diciembre, la Navidad estará salvada. Dado lo desesperado que está Johnson por ser querido, mi apuesta va hacia el último escenario. 

Lo que hace esto tan absurdo es que en el gran esquema de las cosas, la Navidad no importa. No me malinterpreten: me encanta la Navidad. Pero en lo que se refiere a reunirme con mi familia, prefiero no arriesgarme a darles a todos el regalo involuntario del covid-19

Con respecto a la economía, el auge de la Navidad es menor de lo que podrían pensar. Joel Waldfogel, autor de Scroogenomics, estima que por cada 100 libras que gastamos en un año normal en el Reino Unido, poco más de 50 peniques es parte del auge de Navidad de diciembre. 

Por supuesto, algunos minoristas y restaurantes van a ser muy golpeados si las normas de confinamiento impiden el gasto navideño. Pero debemos ser honestos acerca de la situación: grandes sectores de la economía ya quedaron devastados, y eso sería cierto con o sin restricciones legales. Pocas personas quieren asistir a pantomimas en una pandemia

El covid-19 es un desastre de salud pública; los confinamientos son una respuesta extremadamente dura y costosa. Ambos hechos son ciertos. Hay argumentos tanto a favor como en contra de los confinamientos, y si un cierre golpea la Navidad o el Día de San Valentín, es apenas relevante.

Consideremos lo que hace que la Navidad sea divertida: los regalos, los banquetes, los villancicos, las reuniones familiares y amigos y los pequeños con sus ojos brillando. Los villancicos van a tener que cantarse al aire libre este año, con o sin confinamiento, resulta que el covid-19 no es sentimental en ese sentido. De todas formas algunos de los regalos y banquetes van a ocurrir dentro de las burbujas familiares. Otras festividades se pueden posponer hasta que sea seguro. En cuanto a los niños, predigo que Santa Claus va a traer regalos pase lo que pase. 

Él dice...

“Cada uno de nosotros deberíamos pensar lo que realmente valoramos de la Navidad y cómo mantener esos valores”

​No, la razón por la que la Navidad se impone políticamente no es que presente una oportunidad única para disfrutar, sino que presenta una oportunidad única para que todos lo hagamos al mismo tiempo. “Todos” es una exageración; Soy consciente de que algunas personas no disfrutan la Navidad, otras celebran Diwali o Hanukkah o Eid, y otras celebran la Navidad el 7 de enero. Sin embargo, es una celebración colectiva. 

La Navidad, de hecho, produce uno de los pocos estallidos de felicidad masiva lo suficientemente grande como para ser visto a través del análisis de sentimientos en Twitter. En hedonometer.org, un equipo de académicos traza emociones positivas y negativas en todo el mundo, midiendo las palabras que se utilizan en los tuits. El día de Navidad se destaca regularmente. Eso se debe en parte a que los investigadores codifican la palabra “Navidad” como feliz. 

No debemos saltar a la conclusión errónea de que la Navidad es una época de alegría sin igual. En cambio, el punto es que en Navidad, la alegría es colectiva, o al menos simultánea. 

Si tienes más de nueve años, es poco probable que el día de Navidad vaya a ser tu mejor día del año. Pero tiene grandes probabilidades de estar entre los diez primeros. Por eso los periódicos le prestan atención; por eso el gobierno está desesperado por no “arruinar” la Navidad. 

Es perfectamente posible disfrutar muchas de las alegrías de la Navidad —el banquete, la familia y la diversión— en cualquier época del año. Pero es posible que en esta ocasión no lo hagamos de forma simultánea, y ¿se pueden imaginar cuáles van a ser los titulares si no lo logramos? Cada uno de nosotros deberíamos pensar lo que realmente valoramos de la Navidad y cómo mantener esos valores independientemente de las circunstancias. Habrá otras Navidades. 

Por supuesto, para algunas personas eso no es cierto. Algunas personas no verán otra Navidad y pueden estar desesperadas por ver y abrazar a sus familias por última vez. Otras están aisladas en asilos, sin poder ver amigos. 

Pero saquemos la Navidad de ese debate. El aislamiento de las personas en los hogares de ancianos es intolerable. También lo es exponer a todos en una casa al alto riesgo de un brote de covid-19. Esta es otra de las dolorosas decisiones que estamos tomando como sociedad. No tengo claro si lo estamos haciendo bien. Pero estoy seguro de algo: para este dilema, la Navidad es un espectáculo secundario.


srgs

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