Los directores de OpenAI están en conversaciones con Sam Altman para permitirle volver a unirse al consejo de administración, cuatro días después de que su decisión de despedirlo sumiera en la confusión a la startup de inteligencia artificial (IA) generativa.
Un acuerdo para unificar la compañía al volver a traer a su ex director ejecutivo junto con los directores restantes sería una concesión para ambas partes. Más de 95 por ciento de los empleados de OpenAI firmaron una carta esta semana pidiendo a la junta directiva que renunciara y reincorporara a Altman, mientras que un trío de directores que se resistieron se mantuvieron firmes en su opinión de que su despido estaba justificado.
La opción, que reportó primero Bloomberg, es una de varias que discute el consejo de administración de la compañía sin fines de lucro que en última instancia controla OpenAI, que destituyó a Altman y a su cofundador Greg Brockman como directores la semana pasada, de acuerdo con personas con conocimiento de las negociaciones. Después de despojarlo de su puesto como presidente de la junta directiva, Brockman renunció a la empresa el viernes.
La salida de los dos cofundadores desencadenó días caóticos en OpenAI, que se ha convertido en la startup más famosa de Silicon Valley desde que lanzó su chatbot ChatGPT hace un año, iniciando un auge en la inteligencia artificial generativa.
Ilya Sutskever, un tercer cofundador, fue uno de los cuatro directores que votaron para destituir a Altman. Bajo la creciente presión de sus colegas, Sutskever firmó la carta pidiendo al consejo de administración que diera marcha atrás y se disculpó en las redes sociales el lunes.
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“Lamento profundamente mi participación en las acciones del consejo directivo”, escribió en X: “Nunca tuve la intención de dañar a OpenAI. Me encanta todo lo que hemos construido juntos y haré todo lo que pueda para reunir la compañía”.
Eso dejó a tres directores que se oponen al regreso de Altman: Adam D’angelo, director ejecutivo del servicio de preguntas y respuestas Quora; la emprendedora tecnológica Tasha McCauley, y Helen Toner, del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown.
El trío se encuentra sometido a una presión cada vez mayor por parte de los empleados e inversionistas de la entidad con fines de lucro de OpenAI para que expliquen su decisión y den marcha atrás.
Antes de que despidieran a Altman, internamente surgieron cuestionamientos sobre si el ritmo de desarrollo de la IA en la empresa era seguro y sobre posibles conflictos con los proyectos paralelos del emprendedor de 38 años, que van desde las criptomonedas hasta la fisión nuclear. El consejo también había perdido la confianza en Altman, de acuerdo con una persona cercana.
Los inversionistas de la compañía dicen que no saben cuál es el motivo específico de su despido.
Emmett Shear, cofundador del servicio de transmisión de video Twitch, a quien el consejo de administración de OpenAI nombró director ejecutivo interino el domingo, también pidió una investigación independiente sobre cómo se tomó la decisión de destituir a Sam Altman y se comprometió a reformar la administración de la compañía.