Autopartes de Monterrey a Detroit, propano de Alberta a Texas y maíz de Iowa a México. La propuesta que hizo Canadian Pacific Railway de adquirir Kansas City Southern es una apuesta de 29 mil millones de dólares en un comercio sin complicaciones entre Canadá, Estados Unidos y México después de que los tres países reemplazaron su conflictivo acuerdo comercial anterior con uno nuevo.
El más pequeño de los siete principales ferrocarriles de carga de América del Norte anunció el domingo planes para fusionar sus compañías y así formar una red de 20 mil millas (cerca de 32 mil 187 kilómetros) que se extiende por todo el continente, desde el puerto de San Juan, en la costa del Atlántico de Canadá, hasta el puerto mexicano de Lázaro Cárdenas en el pacífico.
Los ejecutivos señalaron el acuerdo comercial entre EU, México y Canadá —una versión renovada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte promovida por el ex presidente estadunidense Donald Trump— como una justificación para la fusión.
El T-MEC entró en vigor en julio pasado y puso fin a un periodo tenso de aranceles y amenazas entre Estados Unidos y sus dos vecinos. De acuerdo con un análisis que realizó en 2019 la Comisión de Comercio Internacional de EU, se proyecta que las exportaciones y las importaciones entre EU, Canadá y México aumenten en el contexto del acuerdo.
Los países ahora están en camino de una relación comercial estable durante al menos los próximos 16 años, dijo Patrick Ottensmeyer, director ejecutivo de Kansas City Southern.
“El T-MEC creó certeza comercial y una oportunidad maravillosa para que América del Norte se convierta en un bloque comercial aún más poderoso en el mundo”, declaró a Financial Times.
Los trenes ya cruzan las fronteras de Norteamérica, pero los trayectos largos a menudo requieren cambio de locomotoras y tripulaciones entre ferrocarriles. Las vías de Canadian Pacific, con sede en Calgary, actualmente terminan en el patio ferroviario de Kansas City, Missouri, que comparte con Kansas City Southern, que atraviesa el Río Bravo hasta las ciudades industriales y los puertos de México.
Los ejecutivos indicaron que la fusión creara un servicio de “línea única” para materias primas como granos del Medio Oeste de EU y productos del petróleo de Canadá que pueden llegar a la costa del Golfo y México sin interrupciones, así como para camionetas van de remolque intermodales.
John Brooks, director de Mercadotecnia de Canadian Pacific, señaló que Kansas City Southern atiende a 16 fábricas de automóviles mexicanas. “La nueva franquicia unirá los cinturones automotrices de Ontario, la zona norte del Medio Oeste y México”, indicó.
El acuerdo se produce cuando el tráfico ferroviario se recupera del golpe inicial de la pandemia, con un aumento de la carga de vagones en Norteamérica de 2.8 por ciento anual en las primeras 10 semanas de 2021, de acuerdo con la Asociación de Ferrocarriles Estadunidenses.
La adquisición canadiense de una compañía estadunidense requerirá de la aprobación del Comité de Inversión Extranjera en EU, un panel constituido por varias agencias que puede bloquear acuerdos por motivos de seguridad nacional, así como de las autoridades de competencia en México y EU, dijeron los ejecutivos.
La Junta de Transporte de Superficie de EU, que revisa si las fusiones beneficiarán a los clientes del ferrocarril y al público, fue notificada de la fusión propuesta durante el fin de semana, informó una persona cercana a la agencia.
Jennifer Hedrick, directora ejecutiva de la National Industrial Transportation League (Liga Nacional de Transporte Industrial), dijo que los miembros del grupo de transportistas tienen “relaciones sobresalientes” con los dos ferrocarriles y se encuentran optimistas sobre la empresa.
Agregó: “Cualquier fusión en esta industria y en esta escala se verá con un sano escepticismo con base en la historia previa y la experiencia de las fusiones ferroviarias”.
Todd Tranausky, vicepresidente de ferrocarriles e intermodal de FTR Transportation Intelligence,
afirmó que es probable que la transacción sea la primera prueba real de las reglas de fusión mejoradas que la Junta de Transporte de Superficie implementó en 2001,y añadió que los transportistas pueden oponerse al acuerdo debido a las preocupaciones de que el servicio disminuya.
“Nunca ha habido una fusión ferroviaria bien integrada y siempre ha habido cierto grado de disrupción en los niveles de servicio que los transportistas experimentan al mover su carga durante el periodo inmediatamente posterior a una fusión ferroviaria exitosa”, dijo Tranausky.
Los ejecutivos de los ferrocarriles minimizaron las preocupaciones sobre la competencia y señalaron que sus redes no tenían vías en paralelo. “Como una combinación de extremo a extremo, consideramos esto muy a favor de la competencia”, dijo Ottensmeyer.
Kansas City rechazó en septiembre una oferta de compra de un consorcio encabezado por Blackstone y Global Infrastructure Partners que le daba una valoración a sus acciones en 21 mil millones de dólares. Los grupos de capital privado estaban convencidos de que su oferta tenía más posibilidades de obtener la aprobación regulatoria porque no eran rivales directos de ningún participante.
Canadian Pacific trató de adquirir los ferrocarriles CSX y Norfolk Southern en el este de EU en los últimos años, pero se bloquearon los dos intentos en parte por preocupaciones de que los acuerdos no obtendrían la aprobación regulatoria.
Las compañías combinadas tendrán una plantilla de 20 mil trabajadores. A los despidos iniciales le seguirá un aumento en la plantilla entre 2023 y 2025, dijo Nadeem Velani, director financiero de Canadian Pacific.
“Esperamos un crecimiento de volumen y, como resultado, esperamos un crecimiento del empleo”, dijo Keith Creel, director ejecutivo de Canadian Pacific.
La compañía combinada, que se llamará Canadian Pacific Kansas City, podrá aumentar los ingresos anuales en 800 mdd, cerca de 9 por ciento más que los ingresos combinados de las firmas en 2020, dijo Velani.
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Criptodivisas no sustituyen al dólar: Powell
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, aseguró que las criptomonedas no son una alternativa al dólar, “no son una reserva de valor útil” por su alta volatilidad y son meros “activos especulativos” sin respaldo de ningún tipo.
En una conferencia sobre innovación organizada por el Banco de Pagos Internacionales, Powell consideró que las criptomonedas “son un sustituto del oro más que del dólar”, y añadió que el banco central no tiene prisa por crear un dólar digital, algo que ha comenzado a implementar China.
Por otro lado, el funcionario dijo que la economía estadunidense ha “mejorado mucho” y dio crédito al Congreso y al banco central por brindar un apoyo “sin precedente”, pero al mismo tiempo advirtió que la recuperación aún está “lejos de ser completa”.
“La recuperación ha avanzado más rápido de lo esperado y parece estar fortaleciéndose”, afirmó, e indicó que la Fed seguirá brindando apoyo “el tiempo que sea necesario”.