Las huelgas de los trabajadores del sector automotriz en Estados Unidos le costaron a Stellantis, propietario de Chrysler, 3 mil millones de euros en pérdidas de ingresos, informó el grupo, al reportar un aumento en las ventas del tercer trimestre.
La directora de finanzas de Stellantis, Natalie Knight, estimó que el impacto a la rentabilidad de las seis semanas de huelga por cuestiones salariales es de “menos de 750 millones de euros”. Este fue el menor impacto entre los tres grandes grupos automotrices de Detroit, que también incluyen a General Motors y Ford, indicó.
“Tenemos el doble de rentabilidad (en comparación con otros), por lo que comenzamos en un buen lugar”, dijo Knight.
El grupo no detalló sus resultados operativos del tercer trimestre, pero expuso que los ingresos aumentaron 7 por ciento, a 45 mil 100 millones de euros de julio a septiembre, superando las expectativas de los analistas en una encuesta de Reuters.
La compañía alcanzó un acuerdo provisional con los sindicatos United Auto Workers y Unifor, al igual que Ford y General Motors, después del primer paro coordinado en la historia de los tres grupos automotrices más grandes de Estados Unidos. La campaña terminó con aumentos salariales.
Stellantis, que también produce marcas europeas como Peugeot y Fiat y es propietario de la marca Jeep en Estados Unidos, indicó que la demanda es fuerte en sus mercados clave, incluida la Unión Americana. En Europa, España y Reino Unido, la armadora tuvo un desempeño particularmente bueno, dijo Knight, y agregó que la presencia global del grupo ayudó a mitigar el impacto de las huelgas.
Al igual que sus rivales, Stellantis dio un gran paso hacia los coches eléctricos, pues reportó que las ventas de vehículos alimentados por baterías aumentaron 37 por ciento en el tercer trimestre en comparación con el año anterior.
El grupo tiene el objetivo de encontrar recortes de costos siempre que sea posible, incluso con los proveedores, para reducir los costos de producción y llevar al mercado coches eléctricos más asequibles.
La semana pasada anunció una inversión de mil 500 millones de euros en una participación en la startup china de coches eléctricos Leapmotor, en un nuevo intento de abrirse paso en el mercado local, pero también de exportar vehículos fabricados en China a otros lugares.
Stellantis recortó costos para compensar el impacto de las huelgas en Estados Unidos, incluida la cancelación de su participación en eventos como el Consumer Electronics Show de Las Vegas, que se celebrará el próximo mes de enero.
Ford informó la semana pasada que la huelga le costó mil 300 millones de dólares en utilidades operativas, mientras que General Motors explicó a analistas que a la compañía le estaba costando 200 millones de dólares a la semana, alcanzando los 800 millones en ganancias antes de intereses e impuestos.
Stellantis confirmó sus previsiones de un margen de dos dígitos en la utilidad operativa ajustada para 2023, y un flujo libre de efectivo industrial positivo. También señaló que el programa de recompra de acciones por valor de mil 500 millones de euros va por buen camino. Las acciones del grupo, que cotizan en Milán, registraron un aumento de 3.29 por ciento al cierre de la jornada, al alcanzar 17.60 euros por papel.
Knight añadió que los problemas en la cadena de suministro que frenaron las entregas en Europa en gran medida se disiparon, por lo que los envíos de automóviles de Stellantis registraron un incremento de 11 por ciento durante el tercer trimestre, hasta alcanzar 1.4 millones de vehículos.