General Motors indicó que la huelga de los trabajadores del sector automotriz de Estados Unidos le está costando cerca de 200 millones de dólares a la semana, una estimación que aumentará después de que 5 mil miembros del sindicato United Auto Workers (UAW) abandonaran sus puestos en una de sus plantas más grandes y lucrativas.
El sindicato lleva más de cinco semanas de huelga contra GM, Ford y Stellantis, y se dirige a un número cada vez mayor de plantas y almacenes de piezas.
Los costos de la huelga para GM se hicieron más evidentes ayer, cuando el grupo automotriz de Detroit presentó los resultados financieros del tercer trimestre. La firma indicó que, hasta la fecha, la huelga ya le costó 800 millones de dólares en utilidades operativas.
El director financiero, Paul Jacobson, dijo que GM retira sus previsiones debido a la incertidumbre que provoca la huelga. En julio, pronosticó ingresos operativos ajustados de entre 12 mil y 14 mil millones de dólares.
“No vamos a especular sobre la duración o el alcance de la huelga”, dijo Jacobson.
Más tarde, el UAW anunció que los trabajadores paralizaron la producción en una planta de ensamble de GM en Arlington, Texas, que fabrica el Chevrolet Suburban. El sindicato calificó la fábrica como “la mayor fuente de ingresos” de la firma.
En un comunicado, la armadora indicó que está “decepcionada por la escalada de esta huelga innecesaria e irresponsable”.
Más de 45 mil de los 146 mil miembros del sindicato en las tres plantas de Detroit están ahora en paro para reclamar salarios más altos y mayor seguridad laboral en un momento en que Estados Unidos hace un cambio hacia los vehículos eléctricos.
El UAW ha ido ampliando gradualmente su huelga, afectando centros individuales para maximizar su influencia en la mesa de negociación. Con el paro en la planta de Texas, ya cerró fábricas de SUV o camionetas muy rentables en los tres grupos automotrices de Detroit.
La última huelga de la UAW contra GM en 2019, que duró seis semanas y afectó a todas las operaciones del grupo automotriz, costó 3 mil 600 millones de dólares en ingresos.
El analista del Deutsche Bank, Emmanuel Rosner, estimó que GM fabricó casi 62 mil automóviles y camiones menos de los que habría hecho sin una huelga. El grupo de datos Cox Automotive encontró que los concesionarios de automóviles solo tienen un suministro de 20 días de la camioneta de tamaño mediano Chevrolet Colorado de GM, en comparación los 35 días del mes pasado, mientras que el suministro de la camioneta mediana GMC Canyon se redujo de 33 a 31 días.
GM informó que durante el tercer trimestre, las ganancias ajustadas alcanzaron 3 mil 600 millones de dólares antes de intereses e impuestos, eso fue casi 17 por ciento menos que hace un año, pero todavía está por encima de las expectativas de Wall Street de 3 mil 300 millones de dólares.
Los ingresos aumentaron 5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, a 44 mil millones de dólares, y Jacobson citó ventas sólidas y precios “saludables”.
El margen de utilidad operativa ajustado de GM también se redujo de 10.2 a 8.1 por ciento. Jacobson dijo que la disminución del margen en parte se debe a la huelga, así como a mayores costos de garantía, una tendencia que GM ha observado durante todo el año. Si bien menos propietarios presentan reclamaciones de garantía, “el costo de reparación aumentó” debido a la inflación.
“Los ingresos son sólidos en este momento”, resaltó Jacobson, pero añadió que para ser competitivos a largo plazo, “no podemos firmar un acuerdo que no podamos pagar”.
La firma también retrasó la remodelación de una planta en Michigan que estaba programada para el próximo año para construir versiones eléctricas de las populares camionetas Chevrolet Silverado y GMC Sierra.
“La transición a los vehículos eléctricos tendrá altibajos”, dijo Mary Barra, directora ejecutiva de la compañía.