Los precios de las acciones y del petróleo cayeron ayer ante la creciente preocupación por la economía mundial, ya que la rápida propagación de la variante ómicron del coronavirus hizo que los gobiernos de todo el mundo desarrollado volvieran a imponer restricciones.
El S&P 500 de Wall Street cayó un 1.8 por ciento, después de que el barómetro bursátil de referencia cediera uno por ciento el viernes. El Nasdaq Composite, que cuenta con una fuerte presencia de empresas del sector tecnológico, bajó 1.6 por ciento.
El índice FTSE All-World cayó 1.4 por ciento en las operaciones de media tarde en Nueva York, lo que lo encaminó a su peor caída de un día desde poco después del descubrimiento de la nueva variante el mes pasado.
Los precios del petróleo también se vieron sometidos a una presión vendedora significativa. Brent, el índice de referencia internacional, cayó 3 por ciento a 71.32 dólares el barril, mientras que el índice de referencia estadunidense West Texas Intermediate bajó 3.5 por ciento a 68.38 dólares.
Las compañías de petróleo y gas Occidental Petroleum y Devon Energy estuvieron entre las más afectadas, cada una con una caída de más de 3 por ciento.
“Los temores provocados por la pandemia vuelven a ocupar el primer plano de las preocupaciones de los inversionistas ante el aumento de los casos de la variante ómicron”, dijo Stephen Brennock, de la correduría PVM.
La nueva variante ha provocado una ola de cancelaciones de eventos y viajes, y el Foro Económico Mundial descartó por segundo año consecutivo sus planes de celebrar una reunión anual presencial en Davos en enero.
Países Bajos se convirtió el domingo en el primer país de la Unión Europea en volver a entrar en confinamiento a escala nacional, al cerrar bares, restaurantes y la mayoría de los comercios no esenciales hasta al menos mediados de enero.
Alemania endureció las restricciones a los viajes durante el fin de semana, mientras que el secretario de Salud de Reino Unido no descartó nuevas restricciones en Inglaterra antes de Navidad, al declarar a la BBC que era “el momento de ser más cautelosos”. Irlanda, por su parte, puso en marcha un toque de queda a las 8 de la noche en bares y restaurantes.
Tatjana Greil Castro, codirectora de mercados públicos de Muzinich, atribuyó la caída del mercado a la mayor probabilidad de confinamientos inducidos por ómicron tanto en Europa como en Asia, aunque añadió que los movimientos en uno u otro sentido probablemente sean exagerados en esta época del año debido a los escasos volúmenes de operaciones antes de la Navidad.
Según Jim Reid, estratega de Deutsche Bank, ómicron es “uno de los principales problemas de los mercados en este momento”, ya que “nubló las perspectivas de cara al final del año”.
En Europa, el índice Stoxx 600 cayó 1.4 por ciento; el FTSE 100 de Londres, uno por ciento; el Cac 40 de Francia, 0.8, y el Dax de Alemania, 1.9 por ciento.
El rendimiento de los bonos de gobierno de EU a 10 años cayó 0.01 puntos porcentuales hasta 1.41 por ciento, mientras que el rendimiento equivalente del Bund alemán a 10 años siguió estable en menos 0.37 por ciento.