Thyssenkrupp aplica cambio de rumbo

FINANCIAL TIMES

El conglomerado alemán, que fabrica productos que van desde acero hasta submarinos y elevadores, se convirtió en el último gran fabricante europeo en revelar el impacto de la desaceleración económica.

La sede del conglomerado alemán. (Thilo Schmuelgen/Reuters)
Philip Georgiadis
Londres /

Thyssenkrupp sometió a revisión tres negocios y dijo que considera el interés en otras partes del extenso grupo industrial mientras lucha por recuperarse de su cuarta rebaja de utilidades en el último año.

El conglomerado alemán, que fabrica productos que van desde acero hasta submarinos y elevadores, se convirtió en el último gran fabricante europeo en revelar el impacto de la desaceleración económica, citando la debilidad en los mercados automotriz y siderúrgico.

El crecimiento resultó afectado por la economía alemana cada vez más débil, una “marcada desaceleración” en el sector automotriz y los altos precios de las materias primas.

“No podemos estar satisfechos con nuestro desempeño en los primeros nueve meses”, dijo el jueves el director ejecutivo Guido Kerkhoff.
“En el futuro, vamos a medir nuestro éxito en función del mejor desarrollo posible de nuestros negocios, no por el hecho de que somos propietarios de la mayoría de ellos”, dijo.

El precio de las acciones de Thyssenkrupp perdió aproximadamente un tercio de su valor este año, ya que la empresa de 200 años de antigüedad tuvo que abandonar los planes para fusionar su negocio de acero con Tata Steel y dividir a la compañía en dos. Pero su precio subió el jueves cuando los inversores reaccionaron a los resultados que estaban en gran medida de acuerdo con los pronósticos.

El grupo puso a revisión tres líneas de negocio: resortes y estabilizadores, que fabrican componentes de chasis para la industria automotriz; ingeniería de sistemas, que desarrolla líneas de construcción automotriz; y estampado pesado, que fabrica acero sólido para la industria de la construcción.

“No vamos a permitir que continúe una situación en la que las empresas sin perspectivas claras se gasten permanentemente el dinero y destruyan el valor que crearon otras áreas”, dijo Kerkhoff.
“O tendremos éxito en la reestructuración, o vamos a evaluar seriamente si estos negocios pueden continuar efectivamente dentro del grupo”, dijo.

Thyssenkrupp también explora posibles asociaciones o fusiones en sus negocios de ingeniería de plantas y suministro automotriz, donde Kerkhoff dijo que llegó a ver el “interés de inversores estratégicos”. Agregó que todavía ve posibilidades para una fusión en la que participe el negocio de acero del grupo, cuya fusión con Tata Steel este año fue bloqueada por la Comisión Europea.

Thyssenkrupp sigue adelante con los planes para sacar a bolsa su negocio de elevadores, y se espera que la división se complete para finales de 2019, aunque esa línea de negocios también ha recibido el interés de posibles compradores.

Kone, el fabricante finlandés de elevadores y escaleras eléctricas, es uno de los rivales que rondan el negocio, así como varias firmas de capital privado, de acuerdo con una persona informada sobre el asunto.

Kerkhoff negó que Thyssenkrupp esté tomando medidas para abandonar su estructura de conglomerado. “No les puedo dar hoy la imagen final de Thyssenkrupp, pero hay ingredientes fuertes que se quedarán”.

El grupo esperaba ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos de aproximadamente 800 millones de euros en su año fiscal actual, por debajo de un pronóstico anterior de entre 1,100 y 1,200 millones de euros. Publicó ganancias ajustadas de 226 millones de euros en los tres meses hasta finales de junio, 32 por ciento menos que el año anterior, en línea con las estimaciones de los analistas que proporcionó Bloomberg. Las acciones subieron 3.3 por ciento en las primeras operaciones de la tarde del jueves.


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