Reflejos brillantes sobre el agua. La luz que brilla de los objetos que se mueven. Sombras de diferentes profundidades que proyectan varias fuentes de luz, todas ellas que cambian en tiempo real.
Hasta ahora, el mundo de los videojuegos carecía de este tipo de iluminación naturalista. Los efectos deben programarse, lo que significa que generalmente permanecen estáticos y no se ajustan constantemente con el movimiento en una escena. El resultado es una inevitable monotonía que resta valor limita el sentimiento de realismo.
Una revolución de gráficos por computadora que empieza a llegar a los videojuegos pueden estar a punto de cambiar eso. Conocida como trazado de rayos, desde hace una década la técnica es algo común en las películas de animación, donde escenas complejas se emiten desde grandes granjas de servidores.
La capacidad de ingresar más potencia informática en chips más pequeños y baratos, junto con nuevas técnicas para simular sofisticados efectos de iluminación, ahora llevan a esta capacidad a los dispositivos del consumidor. Las tarjetas gráficas con la tecnología estarán en las consolas de siguiente generación.
Así trabaja la tecnología
La tecnología implica un cambio fundamental en cómo se iluminan las escenas. Imita la forma en que los fotones se mueven en el mundo real, usando algoritmos que calculan el ángulo en que la luz se reflejaría en diferentes objetos. En lugar de programar en cada efecto, los desarrolladores de juegos solo necesitan colocar sus fuentes de luz.