Trump se cuelga de GM para impulsar aranceles

FINANCIAL TIMES

Impuesto de 25%. El mandatario estadunidense advierte que tiene gran poder sobre el tema y que evalúa el gravamen, que ya ha sido rechazado por la industria.

Los recortes, por variaciones del mercado y "guerra comercial". (Reuters)
James Politi
Washington /

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que los inminentes recortes de puestos de trabajo y cierres de plantas de General Motors, la automotriz estadunidense más grande, le dieron un nuevo impulso a sus planes para imponer aranceles a las importaciones de automóviles, con lo que aumentan las tensiones comerciales de EU con sus aliados antes de la cumbre del G20.

Trump reaccionó con frustración y enojo contra GM, después de que la compañía dijo esta semana que los planes de recortes de costos incluyen el cierre de plantas de fabricación en estados del Cinturón del óxido (la franja industrial de EU) con una importancia política fundamental como Ohio y Michigan.

En un tuit el miércoles, Trump dijo que GM “no cerraría sus plantas” si se hubieran aplicado los aranceles sobre “los automóviles que ingresan”.

“Los países que nos envían autos se aprovechan de EU desde hace décadas. El presidente tiene un gran poder en el tema. Debido al acontecimiento de GM, eso se estudia en este momento”, agregó.

La declaración de Trump probablemente haga sonar las alarmas en Alemania y Japón; ambos países son grandes exportadores de automóviles y autopartes a Estados Unidos y serían los más afectados por los posibles aranceles. Se espera que Trump celebre reuniones bilaterales en el contexto de la cumbre del G20 de esta semana en Buenos Aires con Shinzo Abe, el primer ministro de Japón, y Angela Merkel, la canciller alemana. Los aranceles a los automóviles pueden estar en discusión.

La amenaza de Estados Unidos de imponer aranceles a los automóviles ha estado presente todo el año, desde que el departamento de comercio inició una investigación sobre si las importaciones en el sector automotor son una amenaza para la seguridad nacional. Esa investigación está a punto de concluir y algunos cabilderos y diplomáticos en Washington esperan que el informe se presente pronto, posiblemente en unas semanas.

Una vez que se publique, Trump tendrá que decidir si sigue adelante con los aranceles. Este mes los principales asesores de comercio de Trump pactaron aplazar el avance de los gravámenes. La medida se considera únicamente aplazamiento temporal más que como una señal de un cambio de opinión de la administración.

Los grupos empresariales de EU, entre ellos cabilderos del sector automotor estadunidense, advirtieron que el impuesto propuesto de 25 por ciento sobre automóviles y autopartes puede llevar a mayores precios para los consumidores y altos costos para los fabricantes.

En una encuesta que publicó este mes la Organization for International Investment (OFII), un grupo con sede en Washington que representa a las filiales en Estados Unidos de empresas extranjeras, se encontró que los directores financieros citan a los aranceles sobre los automóviles como la mayor amenaza para la competitividad estadunidense, incluso opacando los aranceles que impuso EU en su guerra comercial con China, o los gravámenes actuales sobre el acero y el aluminio.

“Si la administración impone una política industrial de una época pasada al sector automotor bajo el argumento de la seguridad nacional, esta encuesta muestra una preocupación real de que ocurran acciones similares en cada rincón de nuestra economía”, dijo Nancy McLernon, presidenta de la OFII.

En una visita a Washington este mes, Cecilia Malstrom, comisionada de Comercio de la Unión Europea, advirtió que Bruselas puede tomar represalias contra una amplia gama de productos de Estados Unidos si la administración Trump sigue adelante con los impuestos sobre los automóviles. Las conversaciones comerciales entre EU y la Unión Europea, que ya tienen problemas, probablemente se detengan. También es posible que la imposición de aranceles a los automóviles ponga en peligro las negociaciones comerciales de EU con Japón, que iniciaron después de que se logró un acuerdo entre Washington y Tokio a finales de septiembre.

En su tuit, Trump citó el precedente del “impuesto al pollo”, un gravamen de 25 por ciento sobre las camionetas ligeras que impuso el presidente Lyndon Johnson en la década de 1960 como represalia a los aranceles franceses y alemanes sobre las aves de corral de Estados Unidos.

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