El turismo espacial parecía algo de ciencia ficción hace dos décadas

FT MERCADOS

Ahora está de vuelta después de algunos accidentes, pero sigue siendo un deporte para ricos.

El turismo espacial parecía algo de ciencia ficción hace dos décadas.
Robert Shrimsley
Ciudad de México /

Houston, necesitamos una hipoteca. El turismo espacial está de vuelta después de algunos problemas iniciales (accidentes). Virgin Galactic de Richard Branson y SpaceX de Elon Musk planean más lanzamientos, y Jeff Bezos acaba de anunciar que se dirigirá al cielo el próximo mes en el cohete New Shepard de su programa Blue Origin. El fundador de Amazon tiene previsto salir el 20 de julio, o mañana si se suscribe a Prime. Los cielos tal vez pronto estén llenos de plutócratas. 

La apertura del mercado espacial no podría ser más oportuna porque, francamente, se vuelve muy difícil planear las vacaciones en este momento, y parece probable que los vuelos por debajo de la órbita estarán en la lista verde. Por su puesto, es caro. Se espera que un viaje en Virgin Galactic cueste entre 200 mil y 250 mil dólares por vuelo. Y eso es sin el costo de las pruebas PCR para diagnosticar el covid-19 que tienes que realizar después de aterrizar. 

200 mil dólares es muchísimo en el extremo Ryanair del mercado, aunque tal vez no tengas que pagar extra para tener un asiento numerado. La mejor oferta por un asiento con Bezos en New Shepard es de alrededor de 2.8 millones de dólares (mdd). Se puede suponer que la comida a bordo es mucho mejor y que la sala en el aeropuerto tiene cacahuates de cortesía. El año pasado, SpaceX se alió con otra compañía para ofrecer una estancia de varios días en una estación espacial por la ganga de 55 mdd. Bastante dinero al tener en cuenta que es apenas una estación espacial de tres estrellas y ni siquiera tiene piscina. 

Sobre la pandemia, el turismo espacial también ofrece cierta protección contra el tipo de restricciones de viaje repentinas, que hicieron que miles de vacacionistas entraran en pánico después del inesperado cambio en Portugal que pasó de semáforo verde al amarillo. Dado que la mayoría de las excursiones espaciales no durarán más de un par de horas, hay pocas probabilidades de que haya una reclasificación mientras estás fuera de órbita, incluso si hay temores sobre una variante de Neptuno. De hecho, el tiempo que pasas en gravedad cero en uno de estos vuelos tiene una duración de unos cuantos minutos, lo que sin duda no es lo suficientemente como para que Matt Hancock (ministro de Salud del Reino Unido) arruine tus vacaciones. 

Tal vez este es el futuro del turismo. Sí, reservamos cinco horas en el Algarve este verano. ¿Y ustedes? Oh, una mañana en Dubrovnik, qué encantador. 

Alguna vez esperábamos ser famosos durante 15 minutos. Ahora, podemos soñar con estar en otro lugar durante media hora. Aparentemente, los viajes espaciales incluyen días de “entrenamiento”, que presumiblemente implica pavonearse por una base aérea con un traje de vuelo con la palabra “astronauta” y un banquete con desayunos deshidratados por congelación. 

Lo Dice...

“Los viajes incluyen días de entrenamiento, que presumiblemente implica pavonearse por una base aérea con un traje de astronauta”

Sin embargo, los observadores habrán notado que el turismo espacial puede estar un poco alejado del mercado de masas. También hay algunos argumentos sobre si los vuelos suborbitales realmente cuentan como viajes “espaciales”. Pero no te preocupes, a 90 kilómetros de altura definitivamente puedes ver la curvatura de tu columna. Oficialmente, es espacio si cruzas la línea de Kármán y pasas al menos 10 minutos en la tienda duty-free (libre de impuestos) al final de la atmósfera. (A los precios actuales, es probable que ofrezca algo de mercancía de calidad: relojes grabados con “Mamá y papá cruzaron la línea de Kármán”). 

Personalmente, estoy muy contento de que el turismo espacial siga siendo un deporte de ricos. Los británicos en Magaluf ya son bastante malos. ¿Realmente los queremos en el espacio, golpeando la puerta del cohete y cantando “Dos guerras mundiales y una Copa del Mundo” a todos los meteoritos que pasan? Además, a ese precio, lo último que quieres es ponerte en órbita y encontrar que otras personas pusieron sus toallas en las sillas playeras. 

Hay preocupaciones sobre el impacto ambiental, aunque Branson insiste en que las emisiones ahora no son peores que un vuelo de regreso desde Singapur y, obviamente, menos frecuentes. Quizás sea un pequeño precio a pagar para dar a las celebridades ricas la oportunidad de contarnos sobre el sentimiento más profundo que ganaron por el planeta después del viaje. 

Si bien el turismo espacial puede tener dificultades para llegar al mercado masivo, podría ser posible asegurar un viaje en simulador con todo y una selfie frente a una foto de la Tierra desde el espacio para tus redes sociales, lo que obviamente es el propósito principal del viaje de todos modos. Muchos dicen que ves la tierra de manera diferente una vez que la publicas en Instagram.


srgs

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