UBS debe responder a una demanda por daños ilimitados que presentó una ex participante de un programa de capacitación de graduados, quien denuncia haber sido violada por un colega casi 20 años más grande que ella y cuya denuncia fue mal manejada por el banco.
Tuvo que sentarse cerca de su presunto violador en la oficina durante casi tres semanas tras presentar sus denuncias al equipo de recursos humanos del banco, según la demanda de acoso sexual, discriminación sexual, abuso y denuncias. Esta semana se presentó en un tribunal de empleo en Londres, de acuerdo con una declaración que hizo ayer el equipo legal de la ex becaria.
La ex becaria alega que el banco la sometió a una “grave violación de privacidad” después de que ella hizo las denuncias, ya que la empresa comenzó a monitorear sus movimientos dentro del banco y la “obligaron” a revelar cientos de mensajes de teléfonos personales de sus amigos graduados.
Supuestamente, también se realizó un monitoreo de su cuenta de Twitter, y en un correo interno que circuló entre el equipo de recursos humanos del banco se incluía el comentario de que “parece que nunca estuvo nerviosa”.
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LLUEVEN PROBLEMAS EN EL BANCO SUIZO
La posibilidad de una lucha pública en los tribunales por la demanda se suma al escrutinio regulatorio por parte de la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido (FCA) sobre con qué tanta seriedad tomó el banco las acusaciones de la denunciante y si fue totalmente franco con la FCA, así como una investigación paralela por parte de la policía.