UE impone reglas para que vuelva a volar el Boeing 737

FINANCIAL TIMES

Llamado al fabricante y a la FFA. Indonesia ya busca una segunda opinión sobre el ‘software’ de seguridad del modelo.

Autoridades indonesias tildan de “arrogante” a la empresa. (Shutterstock)
Editorial Milenio
Londres, Singapur, Chicago y DC /

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por su sigla en inglés) estableció condiciones estrictas antes de que le permita al avión 737 Max de Boeing volver a surcar los cielos, en una señal de la profunda división que surge entre los reguladores globales después de dos accidentes mortales.

EASA le dijo al regulador estadunidense, la Autoridad Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés), y Boeing que tiene tres “requisitos previos”, que incluyen la demanda de que los cambios de diseño del avión sean aprobados por la agencia europea antes de levantar la sanción de dejar en tierra los aviones del modelo Max.

Indonesia, sitio del primer accidente en octubre pasado, cuando un vuelo de Lion Air se estrelló en el mar, también ejerció presión sobre la FAA al revelar que consideraba buscar una segunda evaluación de la revisión del regulador estadunidense sobre la actualización del software de Boeing.

El miércoles, Polana Pramesti, directora general de Transporte Aéreo de Indonesia, le dijo al Financial Times que el país puede pedirle a EASA o a Transport Canada una segunda opinión.

Con el fin de que Indonesia se sienta cómoda con el Boeing 737 Max, dijo, la compañía “tiene que arreglar no solamente el avión sino también necesitamos aumentar el nivel de confianza entre los pilotos y los pasajeros”.

Polana acusó a Boeing de ser “arrogante” y dijo que la compañía todavía no comparte suficiente información sobre el avión, y señaló a la capacitación que se requiere para el Max como un motivo de preocupación.

Con base en las conversaciones que sostuvo Polana con la compañía hace tres semanas, Boeing aún dice que los pilotos solamente necesitan una capacitación a través de computadoras para este tipo de aviones.

“Pero este es un avión. No es un iPad”, dijo al FT, y agregó que las actualizaciones sobre los requisitos de capacitación podrían compartirse en una reunión de reguladores globales en Texas que se realizará el jueves para revisar la solicitud de Boeing para lograr que el Max regrese al aire.

Sus comentarios destacan la profundidad de las preocupaciones sobre el papel de la FAA en la certificación original del Max.

La agencia recibió intensas críticas después de las dos tragedias y por ser el último regulador en dejar en tierra el avión después del accidente del vuelo 302 de Ethiopian Airlines el 10 de marzo.

La FAA ha tratado de tranquilizar a los demás reguladores en la reunión de Texas con respecto a su proceso para permitir que el modelo Max vuelva a volar, con la expectativa de que otros sigan su ejemplo no mucho tiempo después.

Los funcionarios de Estados Unidos están dispuestos a proteger el sistema actual mediante el cual los grandes reguladores aceptan la certificación de los otros como una cuestión de rutina. Argumentan que si cada país insiste en sus propias revisiones para los nuevos aviones, esto podría duplicar o triplicar el costo de un avión y aumentar el costo de los vuelos para los pasajeros.

Las condiciones de la agencia europea son: que cualquier cambio de diseño por parte de Boeing sea aprobado y estipulado por EASA; que se complete una revisión independiente del diseño adicional a la realizada por la agencia; y que las tripulaciones de vuelo de Max “tengan una capacitación adecuada”.

“Estamos trabajando para que el 737 Max 8 vuelva a prestar servicio lo antes posible, pero solo una vez que haya una total seguridad de que es seguro”, dijo un portavoz al Financial Times.

Patrick Ky, el director ejecutivo de EASA, dijo en marzo que la agencia hará su propio estudio de la seguridad del Max y no permitiría que el avión volviera a entrar en servicio hasta que estuviera satisfecho, independientemente de la decisión de la FAA.

La FAA, que organizó la cumbre de Texas, dijo que no necesita el acuerdo de otros reguladores antes de aprobar la solicitud de Boeing.

“La gran preocupación aquí es que China va a utilizar esto para comenzar a dejar fuera los aviones de Estados Unidos, como una forma de impulsar su propia industria de fabricación de aviones”, dijo un funcionario de la administración Trump.

Boeing dijo: “Estamos trabajando con los reguladores globales para proporcionarles la información que necesitan para que podamos recuperar su confianza en Boeing y en Max mientras pasan por el proceso de certificación para que la aeronave vuelva al servicio de forma segura”.

Guillaume Faury, director ejecutivo de Airbus de Europa, advirtió la semana pasada que la cooperación internacional entre los reguladores de seguridad de la aviación que condujo a estándares comunes de la industria puede estar en riesgo después de la crisis.

Boeing dijo que ya completó el trabajo en una solución de software que busca prevenir desastres futuros en el llamado Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS), que se encuentra en el centro de las investigaciones de los accidentes. Una serie de defectos de diseño en el MCAS han surgido desde el accidente.

Y ADEMÁS

TODAVÍA NO ESTÁN LAS CORRECCIONES

Las autoridades estadunidenses anunciaron ayer que Boeing aún no presentó formalmente las correcciones al 737 Max, un día antes de que intenten convencer a sus pares de levantar la prohibición de volar que afecta a este emblemático aparato.

"Las correcciones no han sido presentadas", declaró a periodistas ayer el presidente interino de la FAA, Dan Elwell, luego de que Boeing anunciara, la semana pasada, que había terminado los cambios exigidos por la FAA y que sus modificaciones estaban listas para ser certificadas.

VAN FIRMAS CHINAS POR INDEMNIZACIÓN

Tres empresas chinas, China Southern, China Eastern y Air China, presentaron un reclamo de indemnizaciones a la firma estadunidense para compensar los gastos de inmovilización de sus aviones y las postergaciones de entregas, según anunció ayer un medio estatal del país asiático. Boeing se negó a comentar esta información. Ninguna declaración común está prevista al término de la reunión. Solo habrá una rueda de prensa. “No estamos en guerra. Seguimos teniendo una buena relación de trabajo con los demás reguladores”, dijo Dan Elwell.

Con información de Sylvia Pfeifer, Stefania Palma, Kiran Stacey y Patti Waldmeir.

​MRA

LAS MÁS VISTAS