Una baja calificación podría minar la venta de Citibanamex

FT MERCADOS

El cambio que viene. La venta de Citibanamex podría generar distorsiones en materia de competencia en el sector, y una baja en la calificación crediticia del banco que afectaría el precio de compra.

Cartera llena. Citibanamex maneja 1.43 billones de pesos en activos en México, lo que representa 12.24% de toda la banca mexicana.
Franco Piña
Ciudad de México /

La venta anunciada de Citibanamex, uno de los bancos más grandes del país, generará cambios importantes en el sector financiero mexicano, que podrían terminar en una mayor concentración de la banca si un jugador local de gran escala decide entrar a la puja y se queda con la institución.

“Es una de las noticias más relevantes de los últimos años en el mundo de los negocios, por la importancia sistémica que tiene. La operación representará un cambio estructural en el sistema bancario nacional, porque va a implicar una diversificación o una mayor concentración de la que vemos actualmente”, mencionó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

Alberto Gómez Alcalá, director corporativo de Estudios Económicos, Asuntos Institucionales y Comunicaciones de Citibanamex, dijo que la desinversión de Citigroup no obedece a factores locales, sino a una estrategia de negocios a nivel global. Dejó en claro que Citi se queda con la banca mayorista en México, para lo cual solicitará una nueva licencia de operación. Según los reportes de Bank of América (BofA) Securities, la institución tiene un valor de entre 10,000 y 15,500 millones de dólares (mdd).

Con esta desinversión, Citi avanza en su estrategia de enfocarse en sus clientes institucionales y tener mayores ventajas competitivas a nivel global, lo cual es un factor positivo, mencionó Jesús Arciniega, investigador de la UNAM.

Con activos por 1.43 billones de pesos (a noviembre de 2021), Citibanamex es el tercer banco más grande del país, solo por debajo de BBVA México y Santander México, lo que representa 12.24% de todo el sistema, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

En materia de crédito, su cartera ascendió a 551,091 millones de pesos (mdp), la cuarta más grande del sistema, por debajo de BBVA México, Banorte y Santander México. Pese a ser uno de los gigantes bancarios, lo cierto es que ha perdido terreno en los últimos años.

Al cierre de 2017, el financiamiento que otorgó representó 14.07% del sistema, la segunda participación más alta. Un año después, en 2018, bajó a 12.95%, para ubicarse en la cuarta posición. Actualmente solo tiene 9.98% del pastel del crédito nacional.

El banco tiene en su poder 25% de los más de 28 millones de plásticos bancarios registrados por la CNBV. Pero “a pesar de la sólida franquicia de tarjetas de crédito de Citibanamex, la brecha con respecto a la banca minorista de sus pares se explica por una menor penetración de su base de clientes con créditos al consumo no revolventes y préstamos hipotecarios”, señaló Credit Suisse en el reporte “Mexican Banks”.

El Dato...

551 mil 091 mdp

Asciende la cartera de crédito de Citibanamex.

La ruleta de la suerte

Actualmente, siete bancos concentran 77% de los activos del sistema, el cual está integrado por 50 instituciones. Si Santander o Banorte adquieren a Citibanamex, cualquiera de ellos se convertiría en el grupo financiero más grande del país y desplazaría a BBVA México.

Al respecto, Héctor Magaña, investigador del Tec de Monterrey, explicó que si bien para ambos bancos representa una oportunidad de convertirse en la “joya de la corona del sistema bancario, implicaría un cambio “sustancial” en su estructura que podría generar distorsiones en materia de competencia.

Cualquiera de las demás entidades bancarias ganaría en participación de mercado, pero no desplazaría al líder actual, según datos de la CNBV.

“Consideramos que es un evento de relevancia para el sistema financiero mexicano, al ser un banco sistémico, pero el impacto dependerá del resultado de la transacción; si es adquirido por un jugador nacional ya con presencia relevante en el país, podríamos ver una mayor concentración en el ya de por sí muy concentrado sistema financiero mexicano, pero si es adquirido por un extranjero sin presencia, agregaría un jugador más”, dijo Bertha Pérez, analista de Fitch, en una mesa sobre el tema.

Al respecto, Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), señaló en su conferencia mensual que la venta de Citibanamex no genera preocupación, porque es una operación como muchas que suceden. Al ser cuestionado sobre el tema de la posible concentración, dijo que no es momento de especular, y añadió que en su momento sería un tema para la Comisión Federal de Competencia Económica.

Ante este escenario, el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, señaló que es necesario que las autoridades, en particular la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, vigilen de cerca el proceso de venta, para evitar que vaya en detrimento de la competencia del país. La jefa del Servicio de Administración Tributaria, Raquel Buenrostro, señaló que vigilarán el proceso para que no se escondan las ganancias y se paguen los impuestos correspondientes.

Los postores

Al presentar los resultados financieros del cuarto trimestre de 2021, la directora global de Citi, Jane Fraser, dijo que el proceso de venta iniciará en primavera. El anuncio desató, inmediatamente, mucho interés de algunos inversionistas, entre ellos algunos banqueros.

El primero en levantar la mano fue Ricardo Salinas, dueño de Banco Azteca: “Confirmado. Apúntenme en la lista de compradores ¡Vamos con todo!”, publicó el empresario en sus redes sociales.

“Para él implicaría una mayor diversificación de su negocio y el acceso a otro segmento de clientes del sistema financiero, pero administrativamente tendría que haber una adecuación para hacer frente a este importante cambio”, dijo Magaña, del Tec de Monterrey.

Sin embargo, la compañía Isatek, con sede en Monterrey, lanzó la primera oferta concreta por la entidad financiera. A través de su director general, Alfonso Jiménez, propuso pagar 16,000 mdd con su criptomoneda Amero, para crear la primera banca híbrida en el país, de la cual no hay muchos antecedentes.

“Hasta ahora lo que vemos es un mayor dinamismo en los servicios de la banca por internet, pero es previsible que en algunos años veamos operaciones con activos como las monedas digitales”, explicó De la Cruz.

Por el momento ninguna otra empresa de tecnología financiera (Fintech) ha mostrado interés por sumarse a la puja. Según los analistas, difícilmente tendrían los recursos para comprar, pero sería factible ver una asociación futura.

Para los analistas, los bancos que podrían estar en posición de quedarse con Citibanamex son Banorte, Santander, Banco Azteca, Inbursa, HSBC e incluso BBVA México; también se mencionó el nombre del brasileño Itaú y, según la agencia Reuters, los accionistas de Scotiabank instaron a evaluar la compra del banco para crecer en el país.

BofA Securities ve a Banorte como el mejor posicionado para adquirir a Citibanamex. Al respecto, su director general, Marcos Ramírez Miguel, comentó que iniciarán un análisis para evaluar la posible compra. “Hoy no podemos decir que estamos interesados en participar en este proceso, sería irresponsable. Vamos a empezar el análisis”, dijo al presentar sus resultados financieros.

Por su parte, HSBC México analiza si es factible comprar el banco, dijo su presidente Jorge Arce en conferencia, mientras que Inbursa se involucraría si se dan las condiciones, indicó la institución financiera ante analistas.

¿Una buena estrategia?

Tras el anuncio, las calificadoras reaccionaron de inmediato. Moody’s advirtió que será un proceso largo y complejo, y consideró que —tras la venta— Citibanamex será más pequeño y menos diversificado, además de que tendrá diversos riesgos crediticios, por lo que puso en revisión a la baja sus calificaciones.

A esa acción se sumó Fitch Ratings. “La observación negativa (que damos) refleja la incertidumbre sobre las implicaciones crediticias potenciales para sus subsidiarias”, dijo en un reporte.

Por su parte, S&P puso en “negativa” la perspectiva de las notas de deuda. “Indica que podríamos bajar la calificación del banco, no solo si recortamos la nota soberana de México, también indica que podríamos bajarla si esperamos que —una vez que se hagan públicos más detalles de su estrategia de salida—, Citibanamex tenga una calidad crediticia más débil luego de la finalización del plan”.

Estas revisiones a la baja podrían “minar” el precio final del grupo financiero, pero si el número de interesados es elevado, como se espera, no tendrán ningún efecto en el proceso de venta, por la posición estratégica que tiene el banco, dijo Magaña, del Tec de Monterrey.

De acuerdo con José Luis de la Cruz, de IDIC, una transacción de este tipo podría tardar un año o más, sobre todo por las autorizaciones regulatorias que se requieren, las cuales se pueden dificultar si un banco grande con presencia nacional adquiere Citibanamex.




gaf

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