“Una ilegalidad que evoluciona”: Canacintra

FT MERCADOS

Sin un piso parejo. En México 1 de cada 3 productos que se comercializan provienen del mercado ilegal; la inflación profundiza el problema para combatir la piratería.

Guillermo Ortega, vicepresidente Nacional de Seguridad, Combate a la Piratería y Contrabando de Canacintra.
Guillermina Ayala
Ciudad de México /

México ocupa el primer lugar en América Latina en delitos de piratería y contrabando relacionados con clones o imitación de productos. Esto provoca pérdidas al erario nacional por al menos 13,500 millones de pesos (mdd) anuales, aseveró José Antonio Centeno, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), durante su participación en Milenio Foros: “Combate al Contrabando y Piratería.

El organismo empresarial estima que casi 42 millones de mexicanos consumieron algún tipo de piratería y gastaron alrededor de 20,900 mdp en música, películas, software y libros piratas el año pasado.

Guillermo Ortega, vicepresidente Nacional de Seguridad, Combate a la Piratería y Contrabando de Canacintra, dice que mientras “la tendencia en el comercio ilegal y la piratería siga al alza, el horizonte para el desarrollo social de México seguirá oscureciéndose día con día”, sobre todo en un entorno en el que la inflación genera incentivos para que la personas busquen precios más bajos en el mercado ilegal.

¿Qué es lo que más preocupa a la Canacintra sobre este problema?

Lo principal es el golpe a la competitividad en los mercados donde operan nuestros afiliados, el cual queremos reducir; al final todo lo que se vende usando marcas de forma engañosa no pagan impuestos, valor que se extrae del mercado formal donde operamos.

El impacto negativo es más evidente en las pequeñas y medianas empresas (Pymes), porque tienen márgenes de maniobra más reducidos y les resulta imposible competir contra los productos piratas y de contrabando; no es una competencia de piso parejo.

¿Cuál es el contexto de la piratería y el contrabando después de la pandemia?

Estas actividades ya eran un problema importante en nuestro país antes de la pandemia de covid-19, pero sin duda los efectos de la emergencia sanitaria agravaron todavía más el escenario económico para México, ya que el aumento de la inflación genera incentivos para que la gente busque precios más bajos en el mercado ilegal.

Y mientras la tendencia en el comercio ilegal y la piratería siga al alza, el horizonte para el desarrollo social de México seguirá oscureciéndose día con día. Este delito registra un crecimiento constante en los últimos años, donde 1 de cada 3 productos comercializados en México provienen de la piratería y el contrabando.

¿Cuáles son los cambios que han mostrado estas actividades en los últimos años?

La piratería sigue estando presente en ropa y calzado, juguetes, perfumes, electrónicos, contenido audiovisual, que continúa vendiéndose en formato físico tales como las películas, la música y el software. Estas son las categorías en las que nos concentramos en Canacintra. También, la piratería ha ido en aumento en los canales digitales, donde se han registrado más descargas de películas y videojuegos, un sector en auge.

Además, una de las cosas que ha afectado mucho al combate de la piratería y el contrabando en el país es la evolución que han tenido en cuanto a los nexos con la delincuencia organizada, la corrupción y el control político, donde esta actividad ilegal se vuelve más difícil de combatir porque adquiere un velo de protección.

“El impacto es más evidente en las Pymes, porque tienen márgenes de maniobra más reducidos y les resulta imposible competir contra los productos piratas”
Guillermo Ortega, VP Nacional de Seguridad, Combate a la Piratería y Contrabando de Canacintra

¿Cuáles son los posibles detonantes del problema de la piratería y el contrabando?

Hay tres principales: el primero es la informalidad, ya que favorece un cultura de irresponsabilidad con respecto al origen del producto que se vende; como informales no rinden cuentas a nadie, ni al fisco, ni en materia de permisos, ni de inspección. El segundo detonante es la corrupción, si la propia autoridad o instancias públicas, que son las que deberían de controlar el delito, a cambio de una compensación monetaria les permiten el libre tránsito de mercancías, será más difícil combatirlo. Y tercero, la impunidad, alimentada por la ineficiencia de los canales administrativos —que son muy lentos—, y que desincentivan a las empresas a denunciar o notificar los delitos, siendo ellas las que sufren las consecuencias de la piratería y contrabando en el país.

¿Qué soluciones sugieren para atacar el problema desde la raíz?

Creo que el principal reto es terminar de implementar la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, que se publicó en 2020, y luego trabajar en soluciones que ayuden a contrarrestar la inflación; en la medida en que los precios aumentan los productos en México, el incentivo para vender y comprar artículos piratas y de contrabando es más alto.

Al final puedes trabajar de la manos con las autoridades, los canales de distribución y los consumidores para reforzar que es ilegal la piratería. La percepción de la ilegalidad ha aumentado en los últimos años, ahora hay que pasar a la acción al disuadir a la gente para que ya no compren este tipo de productos, porque como bien dice el dicho: “Lo barato sale caro”, y en algunos productos, como medicinas, el peligro es más grande porque atenta contra la salud.

¿Qué medidas se implementan para evitar estos males en el e-commerce?

Trabajamos con el consumidor final. Tenemos que seguir creando campañas para concientizar a las personas sobre los productos piratas; los artículos originales ofrecen garantías de calidad y seguridad, y si se compran mercancías de dudosa procedencia, es seguro que dejarán de funcionar o no cumplirán las expectativas del cliente. Por otro lado, los comercializadores, productores y manufactureros deben trabajar de la mano con los canales de distribución tradicionales y digitales para que pongan mayores filtros a los productos que se venden.

También estamos promoviendo el uso de tecnología como la Inteligencia Artificial y el big data para detectar patrones de seguridad que verifiquen que los productos están certificados como auténticos.

Pero sobre todo hay que seguir trabajando con las autoridades, que al final son lo que pueden inspeccionar y llevar un seguimiento administrativo, incluso hasta penal, contra la piratería y el contrabando en México.

gaf

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