Son más de 1,000 millones de dosis de la vacuna contra el covid-19 administradas a los adultos de todo el mundo, el debate cambia a la polémica pregunta de si se debe extender la vacuna a los niños o cuándo hacerlo.
Las farmacéuticashan realizado ensayos clínicos de sus vacunas en los jóvenes, incluyendo bebés. Recientemente Canadá y Estados Unidos (EU) se convirtieron en los primeros países en aprobar una vacuna para los niños; se trata de BioNTech/Pfizer, que según la compañía es 100% eficaz en personas de 12 a 15 años.
Sin embargo, una serie de preguntas interrelacionadas sobre la ética de administrar las vacunas a los niños desató un intenso debate sin respuestas sencillas. La forma en que reaccionen los gobiernos será un factor crucial para determinar quienes recibirán las siguientes 1,000 millones de dosis. Gran parte del debate se centra en el bajo riesgo que el covid-19 representa en los niños.
En EU, 332 personas menores de 18 años murieron por el virus desde que comenzó la pandemia, en comparación con más de 560,000 adultos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC, por sus siglas en inglés). Esta división también es marcada en Inglaterra y Gales, donde 37 personas menores de 20 años perdieron la vida a causa del virus, en comparación con más de 130,000 adultos.
“Inmunizarías a los niños no para su propio beneficio, sino para el beneficio del resto de la sociedad”, dice Anthony Harnden, profesor de la Universidad de Oxford, que asesora al gobierno del Reino Unido sobre su política de vacunación. “Ese es un problema complicado”.
Escepticismo
La relación riesgo-beneficio de vacunar a los niños contra el covid-19 mantiene el antiguo recelo que tienen algunos con respecto a la vacunación a los infantes, alimentada por vínculos no demostrados con el autismo. El escepticismo a la vacunación que complicó el despliegue en todo el mundo, solo va a aumentar cuando se le
pida a los padres con dudas que autoricen la vacunación para sus hijos.
La inmunización masiva inmediata de los niños en los países desarrollados también ejercerá una gran presión sobre los suministros de vacunas, retrasando aún más el despliegue en enormes franjas de adultos vulnerables en todo el mundo que todavía no la reciben.
En EU, que ya administró alrededor de 250 millones de dosis, hay en promedio 74 millones de niños menores de 18 años. Si cada uno recibiera las dos inyecciones recomendadas, se necesitarían 150 millones más del Fondo Mundial.
En contraste, toda África ha recibido 32 millones de vacunas para 1,200 millones de personas que viven en 54 países, con solo 18 millones de dosis administradas. “No necesitas vacunar al total... de tu población adolescente... antes de enviar las dosis a COVAX”, dijo la filántropa Melinda Gates refiriéndose al programa de vacunación respaldado por la Organización Mundial de Salud, que ha tenido dificultades para suministrar dosis suficientes a los países más pobres.
Andrew Pollard, investigador jefe de la vacuna Oxford/AstraZeneca, está de acuerdo en que “todavía no hay una decisión” sobre los posibles beneficios de inocular a los niños. “La realidad es que tenemos muchos adultos en riesgo a los que se tiene que dar prioridad”. A pesar de esos recelos, en varios países aumenta el impulso hacia la vacunación de niños de más de 12 años. Esto se alimenta en gran medida por el deseo de alcanzar la “inmunidad” que prevendría la transmisión masiva y permitiría que la vida regrese a la normalidad.
“Los niños se infectan y... pueden desarrollar una enfermedad grave”, dice Inci Yildrin, pediatra especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Yale. “No puedes dejar focos de poblaciones no vacunadas si quieres lograr una inmunidad de rebaño que sea rápida y sostenible”, menciona. Robert Frenck, investigador de los ensayos clínicos en menores de 12 años de Pfizer, dice que espera que los niños sean vacunados en EU “antes de que vuelvan a abrir las escuelas” en septiembre.
En Reino Unido, el servicio nacional de salud está elaborando planes de contingencia para vacunar a los niños de escuela secundaria, aunque el gobierno también insiste en que todavía no se toma una decisión. Pfizer solicitó la aprobación del regulador europeo para usar su vacuna en niños de más de 12 años.
Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África, dice que a la mayoría de los países africanos les gustaría vacunar a sus jóvenes si tuvieran acceso a dosis suficientes. Con una edad promedio de 19 años en el continente, sería necesario inmunizar a millones de niños para que África alcance la cifra de 60% de la población, que es la mínima para alcanzar la inmunidad de rebaño.
“Incluso si los más jóvenes no se enferman gravemente, pueden trans- mitir el virus”, dice Moeti. Los ensayos siguen en pruebas La vacuna de Pfizer fue autorizada para su uso en niños de 12 a 15 años en EU,lo que allana el camino para la vacunación masiva de estudiantes de secundaria antes del próximo ciclo escolar.
Stéphane Bancel, CEO de la farmacéutica Moderna, dice que los datos sobre los ensayos clínicos de las vacunas en jóvenes de 12 a 17 años se van a presentar a “finales de la primavera o a principios del verano”. Los ensayos en niños de un grupo más joven, incluyendo bebés, arrojarían datos “hacia finales del año”, agrega.
Pfizer también hace ensayos en grupos de menor edad. Los grupos farmacéuticos insisten en que la seguridad de los niños es lo primordial. Todos sus estudios siguen un método de “reducción escalonada de la edad, aumento escalonado de la dosis”,
que le da pequeñas cantidades a los participantes más grandes primero.
Se evalúan antes de dar dosis cada vez más altas. En el ensayo clínico de Pfizer, se administra una dosis de 10 miligramos (mg) para comprobar la tolerabilidad. Esa entonces se aumenta a 20 mg y después a 30 mg. Sin embargo, esa tarea puede estar llena de desafíos.
El equipo que desarrolló la vacuna Oxford/AstraZeneca detuvo sus ensayos en niños, debido a que los reguladores comenzaron a investigar la prevalencia de coágulos sanguíneos relacionados con la vacuna, que afecta particularmente a los jóvenes.
Desde hace mucho se sabe que los jóvenes pueden experimentar los efec- tos secundarios de la vacuna con mayor intensidad porque sus sistemas inmunes son más activos. “Los niños no son adultos pequeños. Sus respuestas inmunes varían y maduran a medida que crecen”, dice Yildrim, quien dirige el estudio de Yale sobre la vacuna de Moderna en menores de 12 años.
A pesar de las preocupaciones éticas, muchos creen que el patógeno que puso de rodillas al mundo nunca será derrotado sin una campaña mundial de vacunación que incluya a los niños. “Mientras el virus siga circulando, existe el riesgo de que se desarrollen nuevas variantes”, dice Kawsar Talaat, profesor de la Johns Hopkins Bloom- berg School of Public Health. “Así que necesitamos vacunar a la mayor cantidad posible de personas en todo el mundo”.