Vacunación universal contra la viruela del mono puede no ser necesaria

Pero mantenerse atentos puede ser clave.

La viruela del mono se ha estado propagando en Europa, principalmente en Reino Unido y España. (Reuters)
Anjana Ahuja
Ciudad de México /

El Ángel de la Muerte fue un término extrañamente sereno para una enfermedad que mató a millones de personas y dejó desfigurados a los sobrevivientes con “pequeñas manchas”, o ampollas en la piel. La viruela, llamada así en el siglo XV para distinguirla de la “gran viruela” de la sífilis, se erradicó oficialmente en 1980 después de una campaña mundial de vacunación. 

Ahora se vuelve a utilizar una vacuna contra la viruela para combatir un inusual brote de la cepa del mono, una enfermedad más leve provocada por un virus semejante. Hasta el 22 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había registrado más de 250 casos confirmados o sospechosos de viruela del mono, el mayor brote registrado fuera de África central, donde es endémica. 

La vacuna contra la viruela, comercializada como Jynneos o Imvanex, también tiene autorización para la viruela del mono y ofrece un buen grado de protección. La Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido declaró que está vacunando a los contactos cercanos de casos confirmados y aconseja 21 días de cuarentena. Esta estrategia de contención reconoce que algunos pacientes no tenían historial de viajes o contacto con animales infectados, lo que implica la transmisión comunitaria. 

El virus no suele ser muy transmisible; se propaga sobre todo por contacto de piel a piel o a través de sábanas o por utensilios contaminados. Los miembros de los hogares y las parejas sexuales son los que corren más riesgo. Grandes gotas respiratorias por la tos o los estornudos también pueden transmitir el virus pero, en términos de transmisión aérea la viruela del mono es más difícil de contraer que el covid-19. 

Jimmy Whitworth, profesor de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, señaló que muchos de los casos se encuentran entre hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, lo que hace que los factores de comportamiento sea una explicación más sencilla que un virus mutado. 

Las probabilidades de contraer la enfermedad de un colega infectado o en el transporte público, agregó Whitwort, eran “excesivamente bajas” debido al pequeño número de casos, lo que hace que la vacunación universal contra la viruela, no sea justificada. Por lo tanto, estar atento en lugar de entrar en pánico, parece ser la palabra clave.


srgs


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