La Reserva Federal de Estados Unidos señaló que es probable que una serie de datos de inflación decepcionantes signifique que los costos de endeudamiento sigan más altos durante más tiempo, al tiempo que mantuvo las tasas de interés en un máximo de 23 años y dio a conocer planes para desacelerar el ritmo de su programa de endurecimiento cuantitativo.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) indicó, después de la reunión de política monetaria, que hubo “una falta de avances adicionales” hacia su objetivo de 2 por ciento en los últimos meses, un añadido a su declaración que, en efecto, retrasa los recortes de tasas de interés hasta la segunda mitad de este año como muy pronto.
Sin embargo, el FOMC también señaló que el reciente repunte de la inflación todavía no los preocupa lo suficiente como para considerar un aumento de las tasas, confirmando que los riesgos para alcanzar sus objetivos conjuntos de pleno empleo y moderación de las presiones sobre los precios “se han ido equilibrando a lo largo del último año”.
“Es probable que nos lleve más tiempo ganar confianza en que estamos en un camino sostenible hacia una inflación de 2 por ciento”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una conferencia de prensa posterior al anuncio. “No sé cuánto tiempo llevará”, añadió.
“Creo que es poco probable que el próximo movimiento de la tasa de política sea un aumento”, advirtió el banquero.
Los comentarios de Powell se produjeron cuando el banco central de Estados Unidos mantuvo las tasas de interés entre 5.25 y 5.5 por ciento, un máximo de 23 años que ha estado vigente desde el verano de 2023.
También anunció que, a partir de junio, va a reducir el límite de la cantidad de bonos del Tesoro de EU que permite que venzan cada mes, sin realizar una recompra, de 60 mil millones de dólares a 25 mil millones. Todavía permitirá que salgan del balance hasta 35 mil millones de dólares en valores respaldados por hipotecas. Cualquier pago de principal que supere el límite de 35 mil millones también se reinvertirá en bonos del Tesoro.
La señal de la Reserva Federal de que las tasas serán más altas durante más tiempo se produce tras datos recientes que muestran que la inflación había vuelto a subir, impulsada en gran medida por el encarecimiento del combustible, mientras que la economía estadunidense creció más lento en el primer trimestre del año de lo esperado.
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La reunión de la Fed, a poco más de seis meses de las elecciones presidenciales estadunidenses de noviembre, se produce en un momento en el que los votantes continúan citando la inflación y el alto costo de la vida entre sus preocupaciones más apremiantes.
“El margen de maniobra de la Fed se ha reducido drásticamente, con la inflación al alza, el crecimiento desacelerándose y el calendario político se convierte en una restricción cada vez más estricta”, dijo Eswar Prasad, profesor de economía en la Universidad de Cornell.
“El espectro de la estanflación, que la Reserva Federal parecía haber dejado atrás de manera decisiva en 2023, ahora vuelve a estar presente”, añadió.
Powell rechazó ese pronóstico de inflación al estilo de los años 1970 junto con un estancamiento de la economía, diciendo que el crecimiento se mantuvo fuerte y las presiones sobre los precios estaban por debajo de 3 por ciento.
“No veo el ‘ciervo’ ni la ‘flación'”, dijo.
Los responsables de fijar las tasas de interés en Estados Unidos esperaban recortar las tasas tres veces este año, pero la inflación de los últimos meses, mayor a la esperada, aumentó la perspectiva de que la Fed mantenga los costos de endeudamiento en los niveles actuales durante 2024.
Antes de la reunión de la Fed, los operadores del mercado de futuros apostaban por entre uno y dos recortes este año, y el primero no se valorará plenamente hasta diciembre.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años, que se mueven con las expectativas de tasas de interés, cayó 0.09 puntos porcentuales a 4.94 por ciento. Los pronósticos del mercado sobre recortes de tipos a finales de este año, como se observa en el mercado de futuros, apenas cambiaron con el anuncio.
La bolsa de Nueva York terminó dispar el miércoles tras una primera reacción positiva a la decisión de la Reserva Federal. El índice Dow Jones ganó 0.23 por ciento, mientras que el tecnológico Nasdaq Composite perdió 0.33 por ciento y el S&P 500 cedió 0.34 por ciento.
La Reserva Federal “cree que la política monetaria sigue siendo restrictiva”, afirmó Priya Misra, gestora de cartera de renta fija de JP Morgan Asset Management.
“Está intentando calmar al mercado y diciéndonos que no están reevaluando el estado de la política monetaria... Powell ha tenido mucho cuidado de no mencionar aumentos, se apegó al mensaje, razón por la cual hemos visto la reacción del mercado que tenemos”, añadió.
El presidente Joe Biden dijo el mes pasado durante la campaña electoral que no podía “garantizar” costos de endeudamiento más baratos, pero que “espera que esas tasas bajen” este año; sin embargo, los últimos datos sobre precios muestran que se estancó el rápido progreso de la Fed para reducir la inflación el año pasado.
El índice general de gasto en consumo personal (PCE, por su sigla en inglés), en la que se basa el objetivo de 2 por ciento de la Fed, subió ligeramente en marzo, hasta 2.7 por ciento, desde el 2.5 por ciento en el año hasta febrero.
El indicador preferido de los responsables de la fijación de las tasas para medir las presiones subyacentes sobre los precios, el PCE subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, se mantuvo sin cambios en marzo en 2.8 por ciento.
Al tiempo en que el progreso en materia de inflación se estancó, el crecimiento económico también retrocedió, con el producto interno bruto de EU registra una caída en el trimestre más reciente a una tasa anualizada de 1.6 por ciento, frente al 3.4 por ciento del cuarto trimestre de 2023.