Las acciones estadunidenses registraron su peor primer semestre en más de 50 años después de una caída provocada por el intento de la Reserva Federal de Estados Unidos de frenar la persistente inflación y agravada por la creciente preocupación por el crecimiento mundial.
El S&P 500 cayó 0.9 por ciento ayer, lo que hace que el índice de acciones de primera categoría registre una pérdida de 20.6 por ciento en los primeros seis meses de 2022. Los capitales de Wall Street no habían sufrido un comienzo de año tan castigado desde 1970, cuando las acciones se vendieron en respuesta a una recesión que puso fin a lo que hasta entonces era el periodo de expansión económica más largo de la historia de Estados Unidos.
El retroceso de las acciones de EU destruyó más de 9 billones de dólares en valor de mercado desde finales de 2021, de acuerdo con los datos de Bloomberg sobre el índice S&P 1500, un indicador más amplio que da seguimiento a los grupos de pequeña, mediana y gran capitalización.
“El estado de ánimo del mercado está dominado por la posibilidad de recesiones en EU y Europa”, dijo Bastien Drut, estratega de CPR, el gestor de activos con sede en París. “Es muy negativo”, agregó, y advirtió que los días en los que se podía confiar en que los bancos centrales iban a flexibilizar la política monetaria para apoyar el crecimiento económico habían “pasado”.
El Nasdaq Composite, que tiene una gran carga de acciones de compañías de tecnología, también se desplomó este año, con una caída durante la jornada de ayer de 1.3 por ciento, lo que lleva sus pérdidas en 2022 a casi 30 por ciento.
Todos los sectores del S&P 500 han caído durante el semestre, con la excepción de las acciones del sector de energía, que subieron 29 por ciento. Las acciones de compañías de consumo discrecional son las que presentan la mayor caída, al registrar un descenso de 33 por ciento. Los títulos de las empresas de servicios públicos, consideradas como una cobertura contra la inflación debido a la mayor capacidad de las empresas para trasladar los costos más elevados a los consumidores, son las que menos han cedido, con una disminución de 2 por ciento este año.
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“Todo ha estado muy impulsado por la inflación”, dijo Paul Leech, codirector de valores globales de Barclays. “Ha sido el tema del año y se acaba de intensificar, realmente”, añadió.
En todo el mundo, los grandes índices bursátiles registran una fuerte caída. El Stoxx 600 europeo registró un caída ayer de 1.5 por ciento, con lo que en este año ya perdió alrededor de 17 por ciento. El índice MSCI de los mercados de Asia-Pacífico se desplomó 18 por ciento en 2022 en términos de dólares.
Los máximos responsables de la formulación de políticas en la conferencia anual del Banco Central Europeo (BCE) advirtieron el miércoles que la era de las bajas tasas de interés y la inflación moderada había llegado a su fin después de la conmoción inflacionaria provocada por la invasión de Rusia a Ucrania y la emergencia sanitaria.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió que si el banco central no sube las tasas de interés lo suficiente para combatir la inflación con rapidez, EU puede enfrentarse a graves y repetidos episodios de aumentos de precios que los responsables de la formulación de políticas tendrán dificultades para frenar. “Es muy probable que el proceso implique algo de dolor, pero el peor dolor será no abordar esta alta inflación y permitir que se vuelva persistente”, agregó.
Los mercados se sacudieron este mes por las alzas de las tasas de interés de la Reserva Federal y del Banco de Inglaterra, con el primero que subió las tasas de los fondos federales en 0.75 puntos porcentuales, hasta un nuevo rango objetivo de entre 1.5 y 1.75 por ciento, mientras que los responsables políticos apuntan a otro gran incremento para el próximo mes.
El BCE también planea un aumento de un cuarto de punto porcentual en julio por primera vez desde 2011.
“Las lecturas de una inflación persistente precipitaron una respuesta cada vez más dura por parte de la Reserva Federal, que centra su política en la lucha contra la inflación a pesar de las posibles consecuencias económicas”, dijo Scott Chronert, estratega de valores de Estados Unidos de Citigroup. “Los inversionistas se muestran merecidamente reticentes a comprar ante los continuos aumentos de las tasas de la Fed y el temor a que se restablezcan las expectativas de ganancias”, advirtió.
Citi también rebajó el miércoles su pronóstico para final de año para el S&P 500 de 4 mil 700 a 4 mil 200 puntos. Aunque ese nuevo objetivo implica que suba cerca de 11 por ciento desde el nivel actual del índice de referencia; los economistas del banco también colocaron en 50 por ciento las probabilidades de una recesión mundial.