Las deudas son algo muy común entre los mexicanos, ya sea con bancos, tiendas departamentales o prestamistas particulares, a las que solemos recurrir en algún momento. Esto se vuelve un problema en el momento que los compromisos de pago se acumulan y se vuelven insostenibles. Para evitar complicaciones, lo mejor es tener un plan para liquidarlas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 56.9 por ciento de las familias mexicanas tienen algún tipo de deuda. Lo anterior limita la capacidad financiera de las personas y pone en evidencia la falta de planeación económica.
¿Por qué la mayoría no paga sus deudas?
De acuerdo con la revista Proteja su Dinero, de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), son muchos los factores que influyen en el bolsillo de la gente y les impiden ponerse al corriente con sus pagos, especialmente en un panorama económico desfavorable.
Además, según un análisis de Coperva (una compañía de cobranza), los problemas que más experimentan los deudores, son los siguientes:
- Desempleo: cuando una persona no genera dinero le es imposible cumplir sus compromisos económicos.
- Disminución de ingresos: similar al caso anterior, suele ocurrir que se adquiere un préstamo grande y luego se reduce el poder adquisitivo.
- Acumulación de deudas: la falta de planeación provoca que se acepten nuevas deudas cuando ya se tienen otras.
- Experiencias negativas: ocurre cuando no se respetan los descuentos o acuerdos de pago por parte de prestamistas.
- Desinterés de pago: pasa que a las personas no les importan las consecuencias que les puede traer la falta de pago.
Pero contrario a lo que muchos creen, deber dinero sí tiene consecuencias en la vida cotidiana más allá de las relacionadas directamente con sanciones de la autoridad.
Por ejemplo, el estrés que provoca la cobranza constante (a través de llamadas o visitas al domicilio) dificulta el correcto descanso, además limita considerablemente las metas que una persona se puede fijar. Incluso puede darse el caso de que se embarguen los bienes adquiridos a crédito, y esto golpea fuertemente al autoestima.
Por otro lado, tener un mal historial crediticio hace casi imposible obtener un nuevo préstamo para alguna emergencia, y en lo referente al costo de las cosas los intereses suelen duplicarlo o triplicarlo.
¿Cómo elaborar un plan de pago efectivo?
Establece qué tan grave es tu deuda: calcula el total de todas tus deudas, y compara esa cantidad con tus ingresos quincenales. Así podrás fijar un presupuesto para cubrir tus gastos (comida, transporte, vivienda) y otro para abonar a tus deudas.
Asume tus deudas: responde todas las preguntas que te generen las deudas, como: ¿Cuántas son? ¿Cuál es el pago mínimo? ¿Cuál es más urgente? Para que puedas comprenderlas y priorizarlas.
Toma chocolate, paga lo que debes: una vez que ordenaste las deudas según su importancia enfócate en liquidar la primera, con pagos mayores a lo mínimo requerido. Así acabarás con ellas una por una, en menor tiempo.
Fija un plazo: con base en lo anterior, marca una fecha en el calendario para liberarte de las deudas. Enfócate en ese día para motivarte.
Apégate al plan: mantén la disciplina necesaria para cumplir la meta que te fijaste, y no abandones lo que te prometiste cumplir.
SNGZ