El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) indicó que las finanzas públicas en lo general mostraron un desequilibrio que puede considerarse moderado, “al menos por ahora”.
El Ceesp indicó que el informe sobre las finanzas y la deuda del sector público de la Secretaría de Hacienda para el cuarto trimestre del 2022, a su interior se percibe cierta fragilidad respecto a la sostenibilidad de los ingresos públicos y a la asignación del gasto público que no parece enfocarse a los problemas más importantes del país.
En 2022 el déficit público creció significativamente, en 20.5 por ciento real respecto a 2021. Como porcentaje del PIB alcanzó 3.4 por ciento, cifra superior a la de 2019 y 2020.
En tanto, el balance primario, que excluye el pago de servicio de la deuda, fue negativo por segunda vez consecutiva desde 2017, lo que implica necesariamente un aumento de la deuda pública para pagar los intereses de la deuda existente y parte de los otros gastos que no alcancen a cubrir los ingresos.
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Durante 2022 los ingresos totales del sector público sumaron 6.5 billones de pesos, en este, destacan la evolución de los ingresos petroleros que crecieron 18.7 por ciento y la recaudación del impuesto sobre la renta que se incrementó 11 por ciento.
“Ello se debió, por un lado, a los elevados precios internacionales del crudo y, por otro, a la mayor recaudación del Servicio de Administración Tributaria (SAT), como resultado de una fiscalización más acuciosa sin judicialización y a mejores sistemas producto del esfuerzo de años del Servicio. En todo caso, ambas fuentes generaron excedentes sobre lo presupuestado”.
Por su parte, en 2022 el gasto total del sector público ascendió a 7.5 billones de pesos, cifra que superó en 4.1 por ciento real el gasto del mismo lapso del año previo y fue históricamente el más elevado, tanto en términos nominales como reales.
El Ceesp destacó que el gasto programable, erogaciones públicas para proveer bienes y servicios a la población, aumentó 2.9 por ciento respecto a 2021, manteniéndose en 19.9 por ciento como porcentaje del PIB.
“Ello no significa que ha sido austero como a menudo se afirma. En este gobierno ha aumentado en 2.6 puntos porcentuales del producto, aún con la fortaleza de los ingresos petroleros y por ISR, el incremento de los ingresos públicos totales equivale a 1.4 puntos”, reiteró el organismo.
Toda vez que la composición de las erogaciones del erario refleja los objetivos políticos del gobierno, lo que se observa claramente en su clasificación administrativa, que muestra las dependencias y organismos que ejercen los recursos.
El gasto de Turismo, que incluye la construcción del tren Maya, registró un incremento de 355 por ciento en 2022 respecto al año previo. El correspondiente a la Secretaría del Bienestar aumentó 36.2 por ciento debido a los programas asistenciales del gobierno.
A la par, el gasto en inversión física creció 25 por ciento, presumiblemente como resultado de mayores recursos destinados a las obras estratégicas del gobierno, como el Tren Maya, ya que el descuido de la infraestructura pública es evidente. Cabe señalar que para el proyecto del tren se presupuestaron 64 mil millones de pesos en el 2022 y el ejercicio terminó con una erogación de 179 mil millones.
Como es natural en las circunstancias actuales, el costo del servicio de la deuda se elevó fuertemente. Superó en 10 por ciento su nivel del 2021 y representó el 2.9 por ciento del PIB, su mayor porcentaje desde el año 2000.