Este año los contribuyentes deben esperar más fiscalización del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y ningún estímulo que aminore el impacto económico por las medidas de contingencia sanitaria para frenar la pandemia del covid-19, pues no se ve que las autoridades tengan la intención de apoyar fiscalmente de alguna manera, consideró el abogado fiscalista y socio de la Práctica Fiscal de Thompson & Knight, Mario Barrera.
“Lo que debe esperar (el contribuyente), en principio, es ausencia de estímulos, porque desde la trinchera, yo no veo que haya nada cocinándose y, enseguida, un ambiente de fiscalización bastante cercano por la autoridad, a nivel cartas-invitación, sellos digitales y auditorías; la autoridad es muy activa en la fiscalización y va a continuar haciéndolo”, indicó en entrevista con MILENIO.
El fiscalista comentó que “los contribuyentes deben estar preparados con toda la documentación que puedan para poder demostrar, en los casos que así proceda, que si tuvieron un pobre desempeño en 2020 se debe a condiciones ajenas a ellos y que es legítimo que no estén registrando utilidades, pues lo más probable es que haya reticencia por parte de la autoridad a aceptar esa premisa”, dijo.
Barrera agregó que ante este escenario, los contribuyentes tienen que pensar prospectivamente en que cualquier operación que tengan, independientemente del nivel de riesgo, probablemente va a ser vista y, quizá, sea verificada, por lo que deben tener la documentación para robustecer su posición, ya que van a ser observados por la autoridad.
Prevé además que para los ingresos tributarios va a ser un año complicado, porque el resultado que contrarrestó el efecto de la pandemia en 2020 se debió a las auditorías hechas a los grandes contribuyentes y eso no es algo permanente; además, el crecimiento económico será bajo y eso implicará menos recursos para las personas físicas y morales que se traducirán en menores impuestos pagados.
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La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señaló que en México se puede aplicar un estímulo fiscal de 2 pesos a los combustibles, esto con el fin de evitar aumentos abruptos a los costos de las gasolinas que pueden darse si continúa el incremento en el tipo de cambio o en el precio internacional del petróleo.
MRA