El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció que en las décadas venideras se enfrentarán grandes retos y uno se relaciona con cambios en el poder económico, con China y otras economías emergentes a la cabeza, así como riesgos por las nuevas tecnologías.
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En el marco del 75 aniversario de las instituciones de Bretton Woods, el director gerente interino del FMI, David Lipton, refirió que el auge de China y de otras economías ha alterado fundamentalmente el panorama mundial y, en la medida que continúe la convergencia del crecimiento y el ingreso en las economías emergentes y en desarrollo, se prevé que la participación de las economías avanzadas en el producto mundial caiga desde el nivel actual, equivalente a más de la mitad, a alrededor de un tercio en el curso de los próximos 25 años.
Además, abundó, las poblaciones en proceso de envejecimiento en las economías avanzadas consumirán gradualmente el ahorro, al tiempo que otros países más jóvenes necesitan financiar inversiones.
Así, en un futuro no muy lejano, el aumento de la esperanza de vida y las decrecientes tasas de fecundidad indican que probablemente los cuestiones relacionadas con el envejecimiento se aplicarán a toda la economía mundial, lo que podría tener profundas consecuencias para el comercio mundial y los flujos de capital.
A esto se suma que los centros de actividad económica se desplazarán en las próximas décadas, los nuevos centros financieros aumentarán su importancia y es posible que con el tiempo surjan nuevas monedas de reserva.
Amenazas para la prosperidad mundial, populismo
El organismo internacional agregó que el comercio y la globalización – junto con la tecnología – están reconfigurando el mapa económico, y esto se siente en Europa, así como en Estados Unidos, con un enojo creciente, polarización política y populismo.
Ante esto, explicó que el capitalismo recompensa a quienes asumen riesgos y ese ha sido el motor de gran parte del éxito que se presenciado, pero es un sistema imperfecto y es necesario corregir el rumbo.
Por lo tanto, señaló el FMI, se debe probar que los beneficios de la globalización son mayores que sus costos y que la integración puede ayudar a abordar los retos que todos enfrentamos.
MRA