Si bien las economías de mercados emergentes han atravesado relativamente bien la primera fase de la crisis del covid-19 gracias a las respuestas implementadas por los gobiernos, las políticas convencionales están tocando límite y las políticas no convencionales no están exentas de riesgo, pues el virus aún existe y el espacio que tienen los países para actuar es más reducido, alertó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con lo planteado en el blog sobre economía global, la pandemia del covid-19 aún no ha llegado a su fin en el universo de los mercados emergentes, lo cual plantea riesgos tanto para las poblaciones, como para las economías, ya que si bien algunas naciones han logrado contener el virus, otros continúan luchando con un aumento de las infecciones.
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El FMI explicó que el impacto económico ha sido más grave en las economías de mercados emergentes porque sufrieron los embates de múltiples shocks. Un factor que agravó los efectos de las medidas internas de contención fue la contracción de la demanda externa y la situación ha sido especialmente dura para los países que dependen del turismo, debido a la caída de los viajes, y para los exportadores de petróleo, dado que los precios de las materias primas colapsaron.
Añadió que como se proyecta que el comercio internacional y los precios del petróleo disminuirán más de 10 y de 40 por ciento, respectivamente, es probable que las economías de mercados emergentes enfrenten una empinada cuesta hacia la recuperación, a pesar de que las salidas de capital se han estabilizado y de que los diferenciales soberanos han retrocedido en comparación con la marcada volatilidad observada en los mercados en el mes de marzo.
Próxima fase de la crisis del covid-19 será más dura
Así, abundó el organismo internacional, dado que el virus se mantiene presente, una próxima etapa de la crisis del covid-19 podría ser mucho más ardua, ya que las condiciones financieras aún son frágiles y el margen de maniobra para las políticas es más pequeño, especialmente en el caso de los países que enfrentan fuertes riesgos en torno a la sostenibilidad de la deuda o no disponen de espacio para ampliar la política fiscal discrecional o cuentan con un espacio significativamente precario.
A medida que la crisis siga su curso, apuntó, existe también un grave riesgo de que los problemas de liquidez se transformen en problemas de solvencia, pues además de los problemas que aquejan a la deuda soberana, los riesgos de incumplimiento por parte de las empresas son alarmantemente elevados en una serie de economías de mercados emergentes.
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Por añadidura, afirmó el FMI, la crisis ha golpeado con especial fuerza a los pobres, y este aumento de la desigualdad hará recrudecer las dificultades para las políticas en muchos países.
Respuestas
En este contexto, la complejidad de estas dificultades requiere una política de respuesta multifacética. Primero, las políticas internas deben estar concebidas para dar lugar a un crecimiento más duradero e inclusivo. Segundo, se necesitará un mayor respaldo de los prestamistas bilaterales y multilaterales si el acceso al mercado sigue siendo precario, aseguró el Fondo Monetario Internacional.
lvm