El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la capacidad de emitir deuda en términos favorables se vio presionada en el año de la pandemia del covid-19, pero en el grado de acceso a los mercados financieros, la credibilidad de los marcos monetarios y fiscales juega un papel central.
En videoconferencia para presentar el documento “Monitor Fiscal”, el director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, Vitor Gaspar, aseguró que los países con una alta credibilidad y un marco fiscal altamente creíble se benefician de un mejor acceso al mercado de deuda, pues enfrentan tasas de interés más bajas para los bonos soberanos, “la responsabilidad fiscal de fondo vale la pena”.
De acuerdo con el FMI, el compromiso con la sostenibilidad fiscal basado en marcos creíbles (el conjunto de reglas e instituciones que orientan la política fiscal) permite ganar tiempo y limitar los daños de la estabilización o reducción de la deuda, pues cuando los prestamistas confían en la responsabilidad fiscal del gobierno, resulta más sencillo financiar los déficits más importantes y los mecanismos de refinanciamiento de la deuda.
El organismo explicó que los países que tienen acceso a financiamiento pueden mantener el respaldo fiscal, a la vez que se comprometen a realizar ajustes en el futuro; y en los países con acceso limitado a los mercados, la credibilidad fiscal también es importante para poder obtener perspectivas más previsibles y, así, favorecer la inversión privada y la estabilidad macroeconómica.
“Los gobiernos pueden indicar su compromiso con la sostenibilidad a la vez que abordan la crisis actual de varias maneras: por ejemplo, mediante la aplicación de reformas fiscales estructurales o la adopción de marcos fiscales sólidos que incorporen la reducción futura del déficit”, sostuvo.
Crecientes niveles de deuda representan riesgos para la estabilidad y las finanzas públicas
El FMI advirtió que los crecientes niveles de deuda pública y privada están asociados con riesgos para la estabilidad financiera y las finanzas públicas, pues como consecuencia de la pandemia, la deuda mundial dio un salto de 14 por ciento en 2020, tocando un máximo histórico de 226 billones de dólares.
Esa cifra incluye tanto la deuda pública, como la del sector privado no financiero, por lo que es necesario vigilar de cerca esta última, ya que un exceso de deuda privada puede terminar empujando al alza la deuda pública.
Vitor Gaspar explicó que el aumento de la deuda pública en 2020 está plenamente justificado por la necesidad de responder a la pandemia del covid-19 y sus consecuencias económicas, sociales y financieras, pero se espera que disminuya este año y el próximo.
Acciones
En este contexto, el FMI señaló que en medio de lo incierto de las perspectivas y los considerables retos que enfrentan las finanzas públicas, los gobiernos deben actuar en varios flancos; primero, calibrar las políticas en función de la pandemia y perspectivas económicas.
Segundo; priorizar la transformación de la economía para que sea más inteligente, más verde y más resiliente e incluyente; tercero, aumentar gradualmente el ingreso tributario cuando sea necesario y mejorar la eficiencia del gasto.
Cuarto, afianzar la credibilidad de la política fiscal a fin de ampliar el margen para brindar más apoyo a corto plazo sin poner en peligro el crédito público, esto implica que el gasto de emergencia debe ir acompañado de medidas destinadas a asegurar la transparencia y la rendición de cuentas.
MRA