La crisis provocada por la pandemia deja rezagadas a muchas economías y perjudica más a los más pobres, además de generar un acceso "desigual" a las vacunas contra el coronavirus, por lo que es necesario fortalecer la colaboración para acelerar su distribución, señaló este miércoles la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
En un mensaje de cara a la reunión del G20, Georgieva urgió a los países a incrementar la distribución de vacunas, para asegurar que el covid-19 esté bajo control.
"Necesitamos una colaboración internacional más robusta para acelerar el despliegue de vacunas en los países pobres", indicó.
"Los argumentos a favor de una acción coordinada son abrumadores", dijo en una publicación del blog de la entidad.
Georgieva indicó que acelerar el final de la crisis sanitaria elevaría el ingreso global en 9 billones de dólares entre 2020 y 2025, y esto beneficiaría a todos los países.
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Esto debería incluir el financiamiento de las vacunas, suministro a países con escasez y un aumento de la producción, señaló.
En todo el mundo, la cifra de muertos por el covid-19 se acerca a los 2.5 millones, según el recuento de la Universidad John Hopkins, y las restricciones impuestas por la pandemia han devastado a algunas economías.
Pese a que la distribución de vacunas genera expectativas de que la recuperación económica se concrete este año, el FMI pronostica que en los países del G20 habrá una pérdida de 25 millones de empleos.
Para finales de 2022, el ingreso per capital en los mercados emergentes y los países en desarrollo - excluyendo a China - va a estar un 22 por ciento por debajo del nivel previo a la crisis, frente a una caída de 13 por ciento en las economías avanzadas, lo que implica que millones de personas van a sumirse en la pobreza extrema, advirtió Georgieva.
Los ministros de Finanzas del G20 y los presidentes de los Bancos Centrales se van a reunir por videoconferencia en una cita en la que Roma será anfitriona. El objetivo es discutir el estado de la recuperación.
La institución multilateral con sede en Washington estima que la mitad de los cerca de 110 países emergentes y en desarrollo van a registrar una caída de sus ingresos mucho más profunda que las economías avanzadas al final del próximo año.
Y la crisis inducida por el virus va a aumentar la brecha de ingresos dentro de los países en desarrollo, especialmente debido a que millones de niños enfrentan interrupciones en su educación.
"Permitir que se conviertan en una generación perdida sería un error imperdonable. Esto también profundizaría las cicatrices de esta crisis", advirtió.
srgs