El freno a las rondas de licitaciones petroleras en México modificó el foco de interés de los inversionistas interesados en el sector en América Latina, quienes ahora ven en Brasil y Colombia oportunidades que hasta hace un par de años veían en el país.
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Tras las nueve rondas de licitaciones que se hicieron en México, a partir de 2015, se firmaron 111 contratos de exploración y producción en el que se han invertido 11 mil millones de dólares (mdd).
El argumento del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para cancelar dichas rondas es que los contratos petroleros no han dado los resultados prometidos, por lo que las mismas no continuarán hasta que comiencen a producir. En paralelo, otros países en América Latina aprovechan para realizar sus propios procesos licitatorios y atraer la atención de las grandes firmas.
En noviembre de 2019 Brasil licitó cuatro bloques en un proceso que contó con la participación de 14 empresas, de nueve países. Si bien los altos costos que implican la complicada geología del país, así como las complejas reglas para competir hicieron que dos de los cuatro bloques de aguas profundas no recibieran ofertas y los otros dos recibieran las más bajas posibles, el país logró 17 mil millones de dólares, de los 25 mil que esperaba obtener.
A mediados del año pasado, Colombia también otorgó contratos petroleros para 10 bloques por más de 500 millones de dólares y la Asociación Colombiana del Petróleo ha dicho que hay al menos 50 proyectos de exploración más que el gobierno está tratando desbloquear, debido a que se encuentran suspendidos por problemas legales, regulatorios o sociales.
El especialista del sector energético, Arturo Carranza, señaló que México está dejando de aprovechar una oportunidad para explotar de manera óptima los recursos petroleros por querer reforzar a Pemex, cuando la realidad muestra que las metas de producción son ambiciosas.
La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos ha explicado que los campos asignados en las licitaciones requieren aproximadamente de una década a 15 años para reflejarse en producción, por lo que basarse solo en la obtención de crudo para determinar el éxito de un contrato no es objetivo.
Para el director general de la asociación, Merlin Cochran, la falta de rondas de licitación provocará que se dejen de recibir más de 160 mil mdd entre 2021 y 2040 por concepto de contraprestaciones y contenido nacional.
Solo por concepto de contraprestaciones al Estado —regalías e impuestos recibidos a su favor por la adjudicación de estos bloques— el gobierno dejaría de ingresar a sus arcas 104 mil 400 millones de dólares.
Los especialistas consideraron que para volver a atraer inversión es indispensable cumplir con dos condiciones básicas: riqueza petrolera y leyes claras.
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PEMEX LOGRA META DE PANZAZO
Petróleos Mexicanos (Pemex) cerró diciembre de 2019 con una producción de un millón 706 mil barriles diarios en conjunto con sus socios, alcanzando así la última meta anunciada por el titular de la empresa, Octavio Romero Oropeza, de un millón 695 mil toneles por día.
La meta de producción para la empresa fue recortada en diferentes ocasiones durante el año, ya que en un principio se aseguró que al finalizar 2019 superaría un millón 800 mil barriles diarios.
De acuerdo con los indicadores operativos de Pemex, la producción durante diciembre se vio disminuida en 4 mil barriles comparada con el mismo mes de 2018, cuando la petrolera nacional produjo un millón 710 mil barriles. Durante todo 2019 la empresa promedió un millón 678 mil barriles diarios, cifra menor en 7.4 por ciento si se compara con el millón 813 mil barriles que en promedio extrajo en 2018.
Las cifras contrastan con las que presentó la Comisión Nacional de Hidrocarburos el martes pasado, cuando informó que en diciembre de 2019 la producción alcanzó un millón 712 mil barriles diarios, de los cuales un millón 664 mil correspondieron a Pemex.