Fabián Gómez, miembro de una familia de agricultores en Bogotá, Colombia, se enfrentó ante el encarecimiento que tenían sus productos una vez que eran comercializados en centros de distribución y ante la necesidad de buscar mejores precios para el sector, decidió fundar hace tres años y medio Frubana, una compañía que luego de dos años de operación en México busca conquistar dicho mercado.
La empresa busca ser un intermediario para conectar a agricultores y pequeños restaurantes, con el fin de acortar la cadena de suministro y que tengan un mejor precio, a la vez que los agricultores cobran una cifra más justa por sus productos.
“Ofrecemos frutas y verduras, abarrotes, productos de aseo e higiene, desechables, proteínas y algunas otras categorías adicionales y siempre vamos incrementando el catálogo a medida que lo pidan los clientes. La propuesta de valor tiene varios puntos. Estamos colaborando para hacer más justa esa cadena de valor, lo cual implica que reduces el desperdicio porque cuando un producto perecedero pasa por muchas manos, mermas mucho”, explicó Jorge Salas, country manager de la compañía en el país, en entrevista con MILENIO.
De acuerdo con el directivo, hoy la propuesta tiene una merma de 1.5 por ciento, una cifra bastante baja a la del promedio del mercado que oscila entre 20 y 30 por ciento.
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“Agregamos valor a restaurantes pequeños y les ahorramos mucho tiempo. No tienen que ir a la central de abasto y buscar otros proveedores, normalmente tienen entre cuatro y ocho proveedores distintos, con métodos de pago diferentes. Somos muy agresivos a nivel de precios y tenemos mucha tecnología en los procesos para poder llevar los productos a los clientes”, señaló.
La empresa concentra la demanda y con ello logra despachar en un mismo transporte, algo que aseguró, hace que su costo logístico sea más bajo y la cadena de suministro reduzca el número de personas por las que pasan los productos y con ello el precio sea menor.
“Cada proceso de la cadena tiene una ganancia; al acortar eso a dos o tres, ese margen que se gana en algunos eslabones de la cadena lo podemos usar para compensar y ofrecer un mayor precio a nuestros clientes. Queremos restaurantes independientes, el más grande que tenemos puede tener entre cinco y seis sedes, pero 90 por ciento de los clientes son fondas, taquerías y lugares con una sede, a ellos les agregamos muchísimo valor”, dijo.
La empresa que da servicio a más de 18 mil restaurantes en el país (de los cuales 16 mil se encuentran en Ciudad de México) tiene tres bodegas en la capital del país, ubicadas en la Central de Abasto, la zona de Vallejo y Camarones, desde donde despachan sus productos hacia fondas y otras unidades económicas.
“En México estamos más bajos que en otros países por la dinámica del mercado”, comentó el entrevistado. La pandemia frenó parte de su plan de crecimiento, el cual retomaron recientemente; hoy la intención de la empresa es cubrir la totalidad del país hacia finales de 2023.
“Lo retomamos en julio con la apertura de Guadalajara, viene Puebla, Monterrey y el año que viene probablemente abramos más ciudades. Todavía estamos trabajando en el plan estratégico, aún estamos haciendo los estudios pero el objetivo es conquistar a México”, concluyó el empresario.
AMP