El llamado “accidente de cuna” persiste en la zona centro del país debido a que siete de cada diez personas que nacen en pobreza se quedan en la misma situación al crecer, ante lo cual, se requiere una cultura solidaria que trascienda más allá de momentos de crisis como un sismo o una pandemia.
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Así lo considera Juan Espinosa Vargas, presidente de la Fundación Empresarios por Puebla (FEPP), quien expresó la necesidad de que las muestras de solidaridad de los diferentes sectores de la sociedad sean permanentes y no solo en momentos de emergencia.
En entrevista para Multimedios Puebla, el empresario socio de la firma auditora Kreston BSG y quien recién asumió la presidencia de la FEPP, fundación conocida como el brazo social del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), destacó la importancia de la empatía con diferentes causas.
“Somos muy solidarios ante las desgracias. El mexicano es muy solidario ante las desgracias. Ayudamos en ese momento, en el momento del problema nos solidarizamos como sociedad, pero creo que debemos dar ese pasito más para tener esa cultura de donar de alguna forma cotidiana, con diferentes organizaciones para diferentes causas”.
De acuerdo con estudios del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), en la actualidad, en la zona centro del país en donde se encuentra el estado de Puebla, 68 por ciento de quienes nacen en hogares más pobres, se quedan en la misma situación, es decir, las circunstancias en que se nace impactan de manera directa en la determinación de una trayectoria de vida.
El egresado en Contaduría Pública por la Upaep y maestro en Administración de Empresas con especialidad en Administración Internacional por la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), destacó que la solidaridad es uno de los valores a fomentar entre la sociedad.
Ante un estado como Puebla, que enfrenta grandes desigualdades, dijo que, a través de la FEPP, organismo con más de dos décadas de haberse constituido, se busca apoyar con estrategias que abonen a la movilidad social y romper con el círculo vicioso a fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes.
“Creo que, como sociedad tenemos que romper esa dinámica, ese círculo vicioso que tenemos como sociedad y, la única forma es rompiendo el círculo, entre la misma sociedad civil, empresarios y gobierno. El gobierno nunca va a poder hacer todo, creo que debe entrar la parte empresarial y la parte de la sociedad civil en lo que pueda ayudar en las diferentes causas”, apuntó.
En ese sentido, el empresario, quien encabezó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) capítulo Puebla, en 2018, destacó que la FEPP se encuentra en un proceso de planeación estratégica para alinear proyectos con el empresariado en iniciativas que beneficien a la ciudadanía.
De esa forma, resaltó que temas como la educación, emprendimiento y salud, se encuentran entre las propuestas de valor en las que la fundación enfocará esfuerzos, porque “si tú le das educación a la gente, la gente aprende a hacer cosas y ese aprendizaje será suficiente para cambiar su circunstancia actual”.
Iniciativa de apoyo
A casi seis años de los sismos de septiembre de 2017, la Fundación Empresarios por Puebla mantiene un proyecto para la construcción de un nuevo templo católico en Atzala, municipio al suroeste del estado que resultó afectado por el fenómeno telúrico.
La obra inició en 2019; sin embargo, quedó detenida por la pandemia y, ahora se está en busca de recursos para poder concluirla.
En la actualidad, el proyecto presenta un avance de 40 por ciento y, el objetivo es retomarlo en enero de 2024 con fondos de la iniciativa privada a fin de que los habitantes de esa comunidad puedan contar con un nuevo recinto.
“El patronato actual de la Fundación Empresarios por Puebla tiene como prioridad seguir la construcción de ese templo a partir de enero de 2024. Estaremos en la procuración de fondos en lo que resta del año y la intención es que a partir de enero estemos reiniciando la construcción de ese templo”, comentó el empresario.
Destacó el compromiso del empresariado poblanos con las causas sociales, al señalar que se requiere de la suma esfuerzos para cambiar la vida de las personas.
“La fundación como brazo social del CCE está abierta a participar en cualquier proyecto de los empresarios, pero también a apoyar con otras fundaciones podemos contribuir a diferentes causas, estar más presentes entre la sociedad poblana”, señaló.
CHM