General Motors comunicó a 814 empleados de la planta de montaje de Detroit-Hamtramck (Estados Unidos) la finalización de sus contratos a partir del 28 de febrero de 2020 para renovar la fábrica que producirá a partir de 2021 vehículos eléctricos.
La planta, que inicialmente iba a ser cerrada por General Motors como parte de su reorganización en Estados Unidos, fue salvada durante las negociaciones para la firma de un nuevo convenio colectivo entre el sindicato United Auto Workers (UAW) y la empresa automovilística.
Tras 50 días en huelga, los casi 50 mil trabajadores de General Motors en Estados Unidos concluyeron el pasado 16 de octubre el paro más largo de la compañía desde 1970. Un paro que le costó a la automotriz unos 2 mil millones de dólares.
Una de las reivindicaciones de UAW era el mantenimiento de tres plantas de montaje que General Motors anunció cerrarían a finales de año para trasladar su producción a México.
El nuevo convenio colectivo prevé que General Motors invierta durante los próximos cuatro años un mínimo de 7 mil 700 millones de dólares en Estados Unidos. La empresa podría aumentar la cifra a un total de 9 mil millones de dólares.
El acuerdo permitió salvar Detroit-Hamtramck, que actualmente produce los modelos Cadillac CT6 y Chevrolet Impala, reconvirtiendo la planta para la producción de vehículos eléctricos tras una inversión de unos 3 mil millones de dólares.
Esta inversión permitirá la creación de 2 mil 225 puestos de trabajo. La automotriz todavía no ha indicado qué modelos se producirán a partir de 2021.
General Motros señaló que de los 814 empleados de Detroit-Hamtramck, 753 están cubiertos por el convenio colectivo firmado con UAW por lo que serán recolocados en otras instalaciones de la compañía en los estados de Michigan y Ohio.
GGA