Hay que prepararse para ser y dejar de ser: Gustavo de Hoyos

Entrevista | Lado B

El presidente de la Coparmex se define como un perfeccionista amante del senderismo y montañismo; considera que no hay nada más valioso en esta vida que “la familia y los amigos” y descarta, al menos de momento, incursionar de lleno en la política.

El empresario mexicano se dice apasionado de su trabajo. (Jorge Carballo)
Ciudad de México /

Maestro por 20 años, amante del senderismo y montañismo, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, considera que parte esencial de su vida recae en la familia y amigos, ya que para él son “las más grandes riquezas del ser humano”.

El bajacaliforniano, que se declara amante de la cocina de esa entidad, confía en que tendrá el tiempo necesario para escribir al menos cinco libros que ya tiene plenamente pensados y sobre todo definidos; sin embargo, hay que esperar a que publique el primero para conocer los temas que abordará.

Seguro de estar presente por un buen rato en la representación empresarial, ya que esa es su vocación, De Hoyos afirma que por el momento no está trabajando ni tiene en mente ningún proyecto en el tema meramente político.

¿Se imaginaba siendo presidente de la Coparmex?

Siempre lo quise ser; desde que empecé como presidente en Mexicali encontré que la representación empresarial era mi vocación y entonces actué de manera ininterrumpida a lo largo de 20 años como voluntario, siempre con el propósito de seguir participando y, quienes tenemos esa vocación, buscamos servir de una manera más trascendente.

¿Cómo le ha cambiado la vida estar en ese cargo?

Es una experiencia de gran responsabilidad, implica dejar en segundo plano las responsabilidades y los negocios propios para asumir la representación empresarial como la obligación primaria.

¿Qué vendrá para usted después de esta etapa?

Voy a seguir participando en la representación empresarial; afortunadamente uno sabe que en estas instituciones hay un principio y un fin. Hay que prepararse para ser, y hay que prepararse también para dejar de ser, y yo creo que estoy listo para ambas cosas.

¿Sabe cocinar?

Sé mejor comer que cocinar, como se nota.

¿Platillo favorito?

Siendo bajacaliforniano, tengo que decir que la mejor cocina de México, sabiendo que hay mucha, es la cocina de este estado. Es difícil para un goloso definir un platillo favorito, pero diría que es la langosta de Puerto Nuevo.

¿Alguna lectura preferida?

Es complicado decir una, ya que me van a reclamar mis autores favoritos. Mejor digo que probablemente recomendaría a quien lea esta entrevista que no deje de darle un vistazo a Sapiens, que es una recopilación sobre lo que ha sido la evolución de la humanidad a lo largo de los últimos siglos, su autor es un erudito israelita de apellido Harari (Yuval Noah Harari). Me parece que es de las mejores obras que he leído en las épocas recientes, porque de una manera muy inteligente narra la maravilla de la evolución humana.

¿Practica algún deporte?

El senderismo, el montañismo en general, las ascensiones de media y alta montaña; luego sigue el ciclismo. Los practico tanto como puedo, al menos los fines de semana.

¿Qué le gusta realizar en sus tiempos libres?

Convivo con la familia y trato de estar muy en contacto con la naturaleza; ahí dedico la parte sustancial de mi tiempo libre.

¿Cuál es su gran pasión?

Si hablamos del ámbito personal, me apasiona cumplir con mi trabajo y siempre con excelencia, es lo que me ha permitido desempeñar exitosamente distintas responsabilidades en el ámbito empresarial. Desde luego, me apasionan mi familia y amigos, porque son las grandes riquezas del ser humano.

¿Se considera perfeccionista?

Sí, no diría que perfecto, pero sí un perfeccionista.

¿Qué le falta por hacer?

Espero que Dios me conceda larga vida para hacer muchas cosas; tengo la idea de escribir cinco libros en los próximos años, no diré cuáles títulos, pero ya los tengo definidos. Me gustaría tener tiempo para regresar a las aulas académicas, desearía ser estudiante también, en algún programa de doctorado; quisiera en el futuro seguir viajando, es una de mis pasiones.

¿Es difícil ser representante empresarial ante la 4T?

Yo diría que no es mucho más difícil, si no que son otras circunstancias. Con el gobierno de Enrique Peña Nieto teníamos serios disensos en muchos temas. Pero no es especialmente difícil, la realidad es que hay una gran institución y a los voluntarios nos toca encabezar, ser los voceros, pero quien realmente pesa es la organización que está atrás.

¿Le interesa participar directamente en la política?

En la política empresarial, sí. La verdad es que estoy entregado, me preguntan eso desde que empecé en mi ciudad; en esto es en lo que me encuentro bien, he logrado ganar la confianza de mis representados y creo que ahí está mi vocación.

¿Lo descarta?

Descartar cuando tienes la mitad de la vida transcurrida; cualquier participación pública me parece que sería irresponsable, pero te puedo decir que no estoy trabajando ni tengo en mente absolutamente hoy ningún proyecto político.


  • Eduardo de la Rosa

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