Heineken continúa invirtiendo en Rusia, donde incluso ha incrementado su negocio, un año después del comienzo de la guerra en Ucrania, a pesar de sus promesas de que se irá de ese país debido a la invasión, denunció la plataforma de investigación periodística Follow the Money (FTM).
La cervecera neerlandesa lanzó al menos 61 nuevos productos en el mercado ruso a lo largo del año pasado, según una descripción general del negocio de Heineken Rusia en 2022, un año que la filial rusa de la cervecera describe como “turbulento para todos los actores del mercado, pero al mismo tiempo con muchas nuevas oportunidades de crecimiento”.
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“Estamos orgullosos de anunciar que hemos alcanzado niveles récord en múltiples segmentos”, señaló Heineken Rusia en su página web, de acuerdo con FTM, que asegura haber accedido a la página web de la empresa antes de que hoy dejara de estar inaccesible.
El 9 de marzo de 2022, dos semanas después de la invasión rusa a Ucrania, Heineken anunció que dejará de producir y vender de forma inmediata su cerveza en Rusia y no aceptará ganancias de sus operaciones en ese país debido a la guerra, lo que también afectaba, dijo, a las otras marcas de la compañía, como Affligem, Amstel y las cervezas locales rusas.
También aseguró que suspenderá todas las nuevas inversiones y exportaciones a Rusia, pero, según la página web a la que hace referencia FTM, Heineken incluso introdujo refrescos no alcohólicos en el mercado ruso después de la retirada de los productos de Coca-Cola y Pepsi.
El balance de 2022 muestra que la empresa dejó de producir cerveza Heineken en Rusia el año pasado, pero el fuerte crecimiento de Amstel, propiedad del mismo grupo neerlandés, llenó el vacío: Heineken Rusia lanzó 61 productos nuevos “en tiempo récord” y vendió 720 mil hectolitros más de cerveza y refrescos.
Heineken no desveló cuánto tiene planeado invertir en los costes de desarrollo, producción y comercialización de nuevos productos en territorio ruso en 2023, ni tampoco cuántos impuestos pagó al Estado de Rusia en 2022, dice FTM. En 2019, pagó casi 400 millones de euros.
Un ejecutivo de Heineken argumentó a la plataforma periodística la estrategia detrás de esto: “Si se quiere vender la empresa, hay que maximizar la participación de mercado en el corto plazo para aumentar su valor” y así, señaló, “cuanto mejor lo hagan, antes encontrarán un comprado”.
Sin embargo, consideró “hipócrita” esta situación y consideró que “está en absoluta contradicción con la versión oficial sobre la desinversión” en la subsidiaria rusa.
“Heineken se está beneficiando cínicamente del hecho de que las principales marcas internacionales se hayan retirado de Rusia. Las marcas Budweiser y Carlsberg eran mucho más importantes allí. Heineken llena ese vacío invirtiendo fuertemente en sus propias marcas locales e internacionales”, agregó el mismo alto cargo de la compañía.
Hace un año, Heineken tenía unos mil 800 empleados en Rusia, donde sus ventas representaban menos del 2 por ciento de las ventas globales.
La empresa neerlandesa aseguró a FTM que necesita un periodo de transición para reducir las actividades en Rusia y encontrar un nuevo propietario, con el que espera llegar a un acuerdo en los próximos meses.
AMP