IBM presenta la primera computadora cuántica independiente

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Esta máquina capaz de hacer cálculos o investigaciones, podría dejar a las computadoras de hoy en el olvido.

Jay Gambetta, científico de IBM, interactúa con la primera computadora cuántica a través de una tableta (Cortesía).
Richard Waters
Ciudad de México /

IBM construyó la primera computadora cuántica independiente, que engloba en un cubo de cristal de 2.7 metros parte de la ciencia más avanzada del mundo. Pero por el momento solo existe una.

 Si bien IBM no descarta vender algún día esos sistemas, su plan de negocios se basa en alquilar el acceso al hardware a través de internet en lugar de venderlo a los clientes. 

Hasta ahora, las computadoras cuánticas, que aprovechan el potencial de la mecánica cuántica para realizar cálculos que eventualmente podrían dejar obsoletas a las máquinas de la actualidad, han existido solo en una forma sin ensamblar en laboratorios de investigación.

 La primera computadora cuántica integrada es un momento icónico para IBM, dada su historia como compañía de sistemas, dice Dario Gil, director operativo de IBM Research. 

A lo largo de su historia, la compañia se ha enfocado en el diseño y la construcción de algunos de los sistemas de computación más avanzados de su época, comenzando con la serie 700 de computadoras centrales en la década de 1950 y el System/360, que llevó a la computación al mundo comercial en la década de 1960 y 1970.

El Dato.

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qubits ofrece el sistema de la computadora cuántica de IBM.


 Para introducir el sistema cuántico en una cubierta de cristal de 1.3 centímetros de grosor, IBM tuvo que desarrollar sus propios elementos electrónicos para controlar el sistema. También tuvo que desarrollar las formas para lograr una temperatura perfecta y evitar la vibración para asegurar que pueda tener un desempeño tan bueno como la tecnología en el laboratorio. 

Las computadoras cuánticas funcionan al poner sus qubits en un estado temporal llamado de superposición, donde pueden representar tanto el 1 como el 0 de los bits de una computadora tradicional. 

Los qubits son muy susceptibles a sufrir interferencias, y prolongar el tiempo en que pueden mantener su estado cuántico —conocido como coherencia— se ha convertido en uno de los principales retos.


IBM explicó que los qubits de su nuevo sistema, lograron la coherencia de 75 microsegundos algo que, afirma, es lo mejor que registró una máquina cuántica de propósito general. El diseño industrial también influyó. IBM siempre ha diseñado sus máquinas insignia para que tengan un impacto, sobre todo hitos como la amenazadora Deep Blue, la primera computadora que derrotó al campeón vigente de ajedrez.

En contraste, el primer sistema cuántico integrado muestra un inquietante vacío, ya que la mayoría de sus componentes están ocultos en la parte trasera del cubo. Los qubits cuelgan suspendidos en un cilindro de acero pulido, la primera de cuatro cubiertas para protegerlos de las interferencias. 

Su diseño se hizo pensando en el mantenimiento: la parte frontal de la caja se abre con bisagras especialmente diseñadas para que los técnicos puedan entrar para trabajar en el equipo. Los clientes de IBM pagan para que sus cálculos los realicen las computadoras cuánticas que trabajan en las instalaciones de la compañía. Cuando se le preguntó si algún día venderá alguna de las nuevas máquinas, Dario Gil mencionó que “podrías pensar en eso, por supuesto”, aunque agregó que IBM no tiene planes de ventas. 

El sistema, llamado IBM Q System One, se presentó la semana pasada en el Consumer Electronics Show de Las Vegas, donde estaba un modelo en exhibición.


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