Para que México logre el aumento en la meta de reducción de emisiones de 22 a 35 por ciento para 2030, dependerá de un clima favorable para la inversión con un marco jurídico que atraiga y retenga los recursos necesarios para la transición energética y descarbonización, indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Como parte de la actualización de la metas climáticas presentadas por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, México pretende aumentar la generación de energías renovables durante los próximos ocho años, tales como energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, con el objetivo de llegar a los 40 gigavatios.
El IMCO explicó que esto implicaría incorporar más de 25 gigavatios de nueva capacidad a la actual matriz energética. Con ello se reduciría la emisión de 52 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, y que forma parte de un proyecto en conjunto con Estados Unidos que representa una inversión de 48 mil millones de dólares.
El instituto dijo que aún no queda claro cómo se lograría este objetivo, pues en los hechos, el actual gobierno ha implementado barreras para la implementación y operación de centrales de energía renovable.
"En el fondo, la clave para que el país avance en la reducción de gases de efecto invernadero depende de un clima favorable para la inversión con un marco jurídico que atraiga y retenga los recursos necesarios para la transición energética y descarbonización", indicó en un reporte.
Añadió que México va en contrasentido de la tendencia mundial y los países avanzan en comprometer metas más ambiciosas para financiar el combate al cambio climático.
"Finalizada la COP 27, los países, principalmente los mayores emisores globales, incluyendo México que es el duodécimo emisor de CO2 a nivel mundial, deberán prepararse para adentrarse en las negociaciones y para la generación de resultados que puedan, efectivamente, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y con ello combatir las consecuencias del cambio climático".
Las negociaciones deberán centrarse en la entrega de mecanismos financieros para la reparación de pérdidas y daños, producto del calentamiento global y por otro lado, para la mitigación de emisiones.
El IMCO indicó que México debe regresar a la senda de la transición energética, no únicamente por una cuestión ambiental, sino de competitividad, para atraer y retener inversiones de alto valor agregado en las industrias del futuro.
JLMR