Tras la modificación para la importación de vehículos eléctricos usados con un arancel de sólo 15 por ciento, la industria automotriz alertó que la apertura sin reciprocidad, sin consulta con la industria y sin un plan para atender el reciclaje de baterías, es una propuesta peligrosa para la industria automotriz.
El director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Fausto Cuevas, comentó que no hubo una consulta con la industria automotriz y es delicado si no hay un programa de manejo de residuos peligrosos.
El pasado 3 de septiembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una modificación a la Tarifa de la Ley de Impuestos Generales de Importación y de Exportación para fijar un arancel de 15 por ciento a la importación para vehículos eléctricos usados.
“Nos parece delicado que se abran las fronteras a los vehículos eléctricos de hasta siete años de antigüedad, porque hasta donde sabemos la vida útil de las baterías de los vehículos es de entre siete y ocho años y si las unidades se importan con siete años de antigüedad y las baterías van a tener una vida útil de un año, no sabemos si hay pensando detrás de esto un programa de manejo de residuos peligrosos” comentó, en Fasto Cuevas en conferencia de prensa.
Por su parte, el director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales,
sostuvo que preocupa sobremanera el hecho de haber incluido una nueva fracción arancelaria para poder importar vehículos eléctricos usados con el pago únicamente de 15 por ciento de arancel comparado con el arancel de 50 por ciento que pagan los vehículos al importarse de países con los que México no tiene un tratado comercial.
“Incluir solo 15 por ciento de arancel para la importación vehículos eléctricos usados es muy peligrosa porque no genera no genera ninguna limitante en cuanto origen ni a antigüedad de los vehículos de tal suerte que este tipo de productos cuando están cerca de agotar su vida útil no tienen ningún valor comercial, es prácticamente de desecho”, en contra parte la batería es considerada un residuo peligroso.
Expuso que la industria automotriz, representada por AMDA, INA, ANPACT y AMIA, enviaron una carta a la Secretaría de Economía para advertir de estos peligros.
Fausto Cuevas comentó que todo lo que tiene que ver con políticas públicas tiene que verse de manera integral y no solo como una medida específica, hay un conjunto de medidas adicionales que no tiene que ver con incentivos fiscales, sino con todo el ecosistema que rodea a los vehículos de estas tecnologías.
En 2019, se vendieron 305 vehículos eléctricos, de un total de un millón 317 mil unidades. Este año se estima que los autos híbridos y eléctricos, participarán con 2.4 por ciento del total del mercado.
El director de AMIA dijo que se requiere incentivar este segmento para que haya una mayor venta de estas tecnologías, “pero no es exclusivamente de la eliminación de aranceles con las que se puede potenciar el mercado”.
MRA