Ante la publicación de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME), la industria automotriz pidió al gobierno federal integrar cuatro rubros fundamentales que no se están contemplando en este plan de electromovilidad.
En un comunicado, la industria automotriz afirmó que, primero, se debe contemplar todas las tecnologías disponibles para México, las cuales se adaptan a las condiciones del país y aportan reducciones significativas en las emisiones de CO2 del sector transporte.
El comunicado está firmado por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Industria Nacional de Autopartes (INA) y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).
Esto son vehículos híbridos eléctricos (HEV), híbridos eléctricos conectables (PHEV) y eléctricos de batería (BEV), incluidos los que emplean celdas de combustible (FCEV); así como cualquier otra tecnología que en un futuro pueda desarrollarse y ayude a cumplir estos objetivos.
Segundo, debe implementarse un esquema de incentivos fiscales y no fiscales, acompañados de instrumentos financieros adecuados, para todas las tecnologías disponibles en el mercado, con el fin de impulsar la producción de vehículos de emisiones reducidas y su adopción acelerada en el mercado mexicano.
“Esto, a su vez, resulta un esquema clave para permitir el fortalecimiento de nuestra competitividad a nivel internacional y da la oportunidad de atraer inversión para la relocalización de líneas de producción a México, con el fin de mantener a nuestro país como potencia automotriz bajo estas nuevas tecnologías, así como un productor relevante para la región de Norteamérica. Es fundamental que el mercado mexicano no se rezague en la adopción de tecnologías limpias”, explicaron.
Adicionalmente, consideran que es fundamental que se brinde certidumbre, tanto a industria como a la población general, en materia normativa para asegurar que todos los vehículos se mantengan dentro del marco regulatorio existente, observando no solo las normas (aun a desarrollar) para vehículos de emisiones reducidas, sino las aplicables a cualquier vehículo que circule en nuestro país, como las de registro o las de elementos de seguridad.
Tercero, consideran que las metas de la ENME para las próximas décadas no son alcanzables, por lo que piden tiempos más realistas.
“Las cifras presentadas, bajo las tendencias existentes del mercado, independientemente de la fuente de energía de los vehículos, son cuestionables incluso en su volumen”, explicaron.
Y cuarto, piden que sea considerado su estudio llamado Lineamientos para una política nacional de movilidad eléctrica 2023, desarrollado por el despacho internacional Frost & Sullivan, el cual contempla los lineamientos para una Política Nacional de Movilidad Eléctrica que fortalezca la estrategia para materializar la transición a la movilidad eléctrica.
AMP