La Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal) estimó que después de haber crecido 17 por ciento en 2021, en 2022 las exportaciones de México presentarán una desaceleración, en torno al 8 por ciento, en línea con la tendencia mundial de ralentización del comercio exterior; además, es probable que la industria automotriz nacional se vea afectada por la iniciativa de ley en Estados Unidos para comprar autos eléctricos producidos en ese país.
Durante la presentación del documento “Perspectivas del comercio internacional en América Latina y el Caribe 2021”, la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, aseguró que México es un ganador en el comercio internacional, pues se espera que las exportaciones se sigan expandiendo y que puedan tener un buen desempeño; sin embargo, para 2022 el crecimiento será menor.
“Esto se debe a que toda la economía mundial va a tener esta misma ralentización. Se espera que las exportaciones mexicanas crezcan cerca de 8 por ciento, 4 por ciento en volumen y 4 por ciento en precios. El gran desafío es mantener este impulso exportador, pues desde octubre de 2021 se observa que las manufacturas se han reducido y, sobretodo, en la industria automotriz”, refirió.
Desafíos en la industria automotriz
En este sentido, la secretaria ejecutiva de la Cepal explicó que hay incertidumbre por la iniciativa que está en el Senado de Estados Unidos para dar estímulos fiscales a los fabricantes de autos eléctricos y a los consumidores, pues esto puede golpear a la industria automotriz mexicana.
Recordó que entre 2010 y 2017, la producción de autos en México creció 8.2 por ciento, nivel que es el más elevado del mundo, lo llevó al país a ser el sexto productor a nivel internacional y el primero en América Latina; así, la industria automotriz aportó 23 por ciento del empleo manufacturero y 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional.
Ante esto, apuntó Bárcena, Estados Unidos es el socio comercial de México, ya que más del 80 por ciento de las exportaciones se dirige a ese país, pero “requerimos un política industrial activa que fortalezca las capacidades de México”, dijo.
Ante este escenario, aseveró, la iniciativa de ley para favorecer la electromovilidad en Estados Unidos tendrá repercusiones en México, así como en Canadá, y si bien hay que esperar a ver la evolución de este proyecto de ley que se podría discutir en paneles internacionales, representa un gran desafío para México.
“Esta propuesta de incentivos fiscales a la electromovilidad en Estados Unidos puede ser que sea la punta de un iceberg mucho mayor que le ponga grandes desafíos a la industria automotriz mexicana y que haya una necesidad impostergable para innovar en esta industria”, señaló Alicia Bárcena.
srgs