De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) la inflación hoy oscila en más de 4 por ciento y se hará presente hasta 2023, lo que implica una escalada importante en el precio de productos esenciales para las familias, por ello el reto para las autoridades de los distintos niveles de gobierno es garantizar el consumo esencial de la población más vulnerables para los próximos meses.
"La inflación que nos interesa es la no subyacente, que tiene que ver con el costo de los servicios y el costo de alimentos, la variación de precios mes a mes. El promedio de esta inflación está por encima de 10 por ciento y ha afectado las ventas 30 por ciento. Las tiendas antes del Covid vendían un peso y hoy solo venden 70 centavos", destacó su presidente Cuauhtémoc Rivera Rodríguez.
Tras la presentación de los resultados del estudio "Pequeño Comercio: Ventas vs Pandemia", apuntó que considerando la caída de 30 por ciento en el consumo, el promedio de compra de las familias a la semana es de entre 400 y 700 pesos, según la zona y el estado. "La proteína más popular sigue siendo el huevo, la gente ha dejado de comprar carne, pollo, productos de marca y los embutidos, a veces solo compra un poco de jamón para el lunch".
Podría alcanzar hasta 7 por ciento
Refirió que el Banco de México (BM) ha dicho que prevé tasas de interés más altas, que la inflación podría alcanzar hasta 7 puntos y pondría ampliarse hasta 2023, lo cual repercutirá en la inflación no subyacente, que podría alcanzar hasta 15 por ciento, y por ende en las ventas. "Necesitamos saber qué va a pasar, para saber qué hacer y pensar en políticas públicas y programas efectivos. La inflación afectará con más fuerza a los sectores más vulnerables y terminará por sepultar el consumo".
Alrededor de 15 productos como el aguacate, cebolla, limón y naranja, chile, entre otros, tanto por demanda como por estacionalidad, es decir, "los de batalla", tiene una tendencia al alza en los próximos meses. "Desde noviembre del año pasado los precios empezaron subir, hay una escalada inflacionaria que ha provocado un alza generalizada. La inflación y la estacionalidad les pegan, por ello encarece la logística y el suministro".
"Pequeño Comercio: Ventas vs Pandemia"
De acuerdo con el estudio, que presenta las ventas que dejan mayor utilidad al pequeño comercio y el impacto de la pandemia en el canal de abasto tradicional, y fue elaborado en conjunto con el investigador de la Universidad Anáhuac, Javier Jiménez Méndez; para los próximos seis meses 59 por ciento de los negocios espera tener mayores ingresos, 30 por ciento iguales y 11 por ciento menores; también 2 de cada 10 siguen teniendo problemas con sus canales de venta por la falta de ingresos de las familias y 3 de cada 10 han sido víctimas de la inseguridad o la violencia.
"58 por ciento espera no retrasarse en el pago de deudas, 19 por ciento si y 23 por ciento tiene posibilidad de cierre. Uno de los servicios que más se complica pagar es la luz".
Durante la pandemia el pequeño comercio fue declarado esencial y abrió en promedio 6.8 días, el sábado y domingo son sus mejores días de venta. Cada pequeño comercio generan 2.7 autoempleos y 71 por ciento no tiene un salario fijo y dependen de su ganancia.
Los abarrotes, cerveza, refrescos y botanas son el motor de las tienditas pese a su incremento en precios, seguidos de lácteos, cigarros, hielo, carnes y embutidos, productos de harina, frutas y verdura, enlatados, confitería, higiene personal y otras bebidas.
La mayoría de las tienditas perciben bajas ventas y retrasos en los pagos de deuda de hasta una tercera parte de sus clientes. La mitad percibe incertidumbre y económica pese a la reactivación.
"89 por ciento de los hogares del sector resultaron afectados en su calidad de vida; 61 por ciento está preocupado por su futuro económico, 26 por ciento realizaron cierres temporales, cerrando 36 días en promedio por las distintas prohibiciones gubernamentales; 99 por ciento aplica mínimo una medida sanitaria en su negocios y solo 1 de cada 10 consolidó el servicio a domicilio".
También 77 por ciento tienen locales propios y 23 por ciento los rentan; 64 por ciento tiene teléfono fijo, 48 por ciento teléfono celular con internet (Smartphone), 32 por ciento celular sin internet, 26 por ciento computadora, 24 ciento acceso a internet, 20 por ciento terminal punto de venta bancaria, 20 por ciento tienen caja registradora y solo 6 por cuento tienen CoDi. "Aún existe un rezago tecnológico y digital como reflejo del entorno".
Sólo 6 por ciento recibió apoyo de su gobierno estatal, 4 por ciento de proveedores, 1 por ciento de asociaciones sociales, 0.1 por ciento de cámaras u organizaciones empresariales, 1 por ciento de otros, y 88 por ciento no recibió ningún tipo de apoyo.
Cabe mencionar que en 2020 cerraron 300 mil puntos de venta y se perdieron cerca de 600 mil autoempleos, en lo que va de 2021 se han reactivado entre 100 mil y 120 mil puntos de venta, pero no necesariamente en el mismo giro y con menores ingresos como la producción y venta de artículos relacionados al Covid-19, panificadoras, repostería o arreglos.
KVS