La actividad comercial en Tampico y la zona conurbada del sur de Tamaulipas encontró un respiro durante el último año y medio, al encontrar las familias una reducción de casi cinco puntos de la inflación en esta región del país, cuyo punto máximo se encontró en el último cuatrimestre del 2022, muy cerca de la media nacional, señaló un análisis del Banco de México (Banxico).
En el mismo el estado terminó en agosto con un porcentaje de 3.8 por ciento, ubicado en la cuarta posición dentro de las zonas metropolitanas más importantes en el norte del país, solo detrás de Hermosillo, Chihuahua y Mexicali. Aunque quedaron sin efecto los conflictos globales y el alza de las tasas e interés, estos niveles todavía se encuentran por encima de los registros previos a la pandemia del covid-19, con todo y la reactivación de la mayoría de los negocios.
La zona que también conforma Ciudad Madero y Altamira se comportó entre 2019 y 2020 prácticamente sin incrementos importantes, sin rebasar siquiera el 1 por ciento mensual, incluso colocándose dentro de las ciudades más baratas. A partir del segundo trimestre del 2021, empezó la alza sobre todo en productos como huevo, limón y las tortillas, reflejándose también en los platillos en restaurantes.
El mes de mayor aumento fue septiembre del 2022 que de manera mensual llegó a 4.8 por ciento, colocándose de manera anual en un nivel de 8.2 por ciento, apenas debajo de la media nacional que quedó en 8.5. La tendencia empezó a decrecer desde el segundo semestre del 2023, a través de diversas estrategias del gobierno federal y del propio Banco de México.
Si bien se han registrado variaciones inestables en los productos antes mencionados, las familias tamaulipecas y organismos empresariales han reportado costos muy altos en la venta o renta de vivienda, energéticos como la gasolina de bajo octanaje y el gas LP, además de la adquisición de paquetes turísticos.
“El avance en el proceso desinflacionario ha sido generalizado en las ciudades que componen el INPC, reflejando tanto el desvanecimiento de los efectos de los choques globales como la postura monetaria restrictiva. Sin embargo, las variaciones anuales de los índices subyacentes de precios en la mayoría de las ciudades aún se sitúan por encima del promedio registrado en cada una de ellas antes de la pandemia”, explicó.
Además, reiteró, tras el incremento en la dispersión de los niveles de inflación subyacente entre ciudades en los primeros años posteriores al inicio de la pandemia, esta dispersión ha disminuido durante el proceso desinflacionario.
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