La presidenta del Consejo Coordinador Empresarial Estado de México (CCEM), Laura González Hernández, señaló que es preocupante que durante el segundo trimestre de este año, el crecimiento económico del Estado de México fuera apenas de 0.6 por ciento, según el indicador de Crecimiento de las Economías Estatales (ITAEE) del INEGI.
Esto habla -dijo- de que no se están dando las condiciones suficientes para alcanzar el dinamismo en la economía y la transformación social, que permita mejorar las condiciones de desarrollo y crecimiento esperadas.
Por ello, propuso analizar a profundidad y diagnosticar lo que está ocurriendo en el Estado de México, ya que pese a ser el segundo aportador al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, la economía sufre un estancamiento y no crece al ritmo esperado. “Según dicho indicador, estados como Tabasco, Morelos, Hidalgo, Nayarit, Quintana Roo, Guerrero, Chihuahua, Jalisco, Querétaro y Chiapas crecieron por arriba de 5 por ciento en el segundo trimestre 2022”.
Asoció este escenario al crecimiento imparable de la economía informal en todas sus modalidades, desde el ambulantaje hasta el establecido y el comercio electrónico, lo que obliga al sector a repensar la estrategia y política económica local. Expuso que a pesar de que entre enero y septiembre de este año se dieron 73 mil nuevos registros de trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se encuentra por debajo de los empleos formales generados por Ciudad de México con 84 mil 738, Nuevo León 88 mil 757 y Jalisco 77 mil 648.
Mayor competitividad, el reto
No obstante, comentó, el Estado de México tiene la mayor fuerza laboral del país, lo significa que se está generando una mayor proporción de empleos informales y temporales.
“Es urgente crear un entorno empresarial competitivo y abrir camino para estimular un crecimiento económico de amplia base e inclusivo”.
Finalmente, la presidenta del CCEM hizo hincapié en apostar por una promoción económica de amplio alcance, donde se garantice seguridad jurídica, incentivos a la formalidad y mano de obra calificada para dar paso a la recuperación.