La propuesta del nuevo gobierno sobre tener un Banco de Tierra o de Suelo para proyectos estratégicos de vivienda, a costos asequibles, es inviable, afirmó Alejandro Kuri, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).
En conferencia, el directivo señaló que no vislumbra un buen funcionamiento de la estrategia, ya que las tarifas no pueden manejarse desde el gobierno y debe ser la misma dinámica de la industria quien las establezca.
De acuerdo con el documento “Amlopolis”, la próxima administración busca inhibir la expansión descontrolada de las manchas urbanas, fomentando la densificación en su interior. Para lograr este objetivo ha trazado cuatro líneas de acción, entre las que destaca “explorar la constitución de un Banco de Suelo con predios cuyas condiciones jurídicas, de aptitud para la urbanización, localización y tamaño faciliten su aprovechamiento para proyectos estratégicos”.
Con esto, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador buscaría vender este Banco de Tierra o Suelo a los desarrolladores para construir vivienda y así poder bajar las tarifas de los terrenos en el país.
"Los precios de la tierra los mueve el mercado y sería muy aventurado pensar en controlar esos precios. Son muy buenas intenciones, pero en la práctica no le veo viabilidad", enfatizó el presidente de AMPI.
Los negocios hay que dejárselos a los empresarios y el gobierno debe dedicarse a ser rector, aplicar las políticas y crear los marcos regulatorios, señaló Alejandro Kuri.
MCM