Como consecuencia del alza en los costos de operación y de la inseguridad por robo de unidades de transporte y combustible, 15 de las 160 empresas transportistas que dan servicio a Petróleos Mexicanos (Pemex) en la distribución de combustible han dejado de operar, es decir, casi 10 por ciento, denunció la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
Uriel Joffre, secretario de Hidrocarburos del Comité Ejecutivo Nacional de la Canacar, señaló que de 2014 al cierre de 2017 el robo de autotanques se incrementó 92 por ciento; mientras que de enero a mayo de 2018, comparado con 2017, el aumento fue de 14 por ciento.
En lo que va del año cada mes se roban en promedio 16 unidades de transporte, cifra superior a las 14 unidades mensuales del año pasado. Las empresas transportistas absorben los costos del deducible robado.
Cada camión que roban equivale a cerca de 62 mil litros de combustible y el precio de la unidad es cercano a un millón de pesos.
Es decir, se roban un aproximado de 992 mil litros al mes y se estima que de eso, 60 por ciento corresponde a diésel, 30 por ciento a gasolina magna y el resto a premium.
Joffre refirió que son tres rutas las que acaparan los robos: del Puerto de Lázaro Cárdenas a Uruapan, Michoacán; el corredor de Veracruz a Puebla y de Minatitlán a Villahermosa.
Según estimaciones de la Canacar, los insumos para la operación se han incrementado de manera significativa, de 2013 a la fecha, el diésel aumentó 51 por ciento; en este periodo los precios de los camiones aumentaron 50 por ciento, en gran parte, por la volatilidad del peso frente al dólar. Además, los neumáticos se incrementaron 29 por ciento.
Ante los incrementos de costos y mayor inseguridad, los transportistas coincidieron en que es necesario reflejar dichas alzas en sus contratos y en la contraprestación que obtienen por los servicios con Pemex.
Por ello, el presidente de la Canacar, Enrique González Muñoz, solicitó desde marzo pasado una reunión urgente con directivos de la empresa, sin que a la fecha tengan una respuesta.
Los contratos con Pemex fueron revisados en 2013 y en 2017; sin embargo, su alza en las contraprestaciones por los servicios no fue equivalente a los incrementos en insumos y por la inseguridad.
Estiman que existe un rezago para reconocer estos costos adicionales de 25 por ciento.
Refugio Muñoz, vicepresidente ejecutivo de Canacar, alertó que esta crisis por la que atraviesan pone en riesgo el abasto de combustible, ya que el autotransporte participa con 30 por ciento de la distribución de combustibles refinados, además de 100 por ciento de la turbosina en los aeropuertos.
Denunció que “el menos interesado en que se resuelva el robo es Pemex, porque ellos no pierden”, ya que recuperan el monto de lo robado, toda vez que los transportistas pagan los deducibles del combustible.
Según el padrón de los transportistas, en 2015 existían 3 mil 800 camiones con doble remolque, mientras que para este año el parque se redujo a 3 mil 100 unidades.