La inversión pública en el segundo trimestre del año se contrajo 5.2 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por lo que el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) remarcó que esto no estimula los capitales privados porque no fluye el dinero suficiente en infraestructura básica.
“El reporte del Inegi señala que en el segundo trimestre del año la inversión total creció 0.4 por ciento, avance que respondió en su totalidad al alza de 1.5 por ciento en la inversión privada. Esto significa que las empresas mantienen sus niveles de inversión para seguir operando de manera normal, aunque sin signos de una mayor asignación de recursos ante un incentivo limitado”, dijo en su reporte semanal.
Recordó que la inversión, que es el impulsor principal del crecimiento, muestra un rápido debilitamiento, que parece responder al ambiente de elevada incertidumbre por cuestiones políticas y del agudo ambiente de inseguridad que prevalece en el país.
“Esto sin duda pone en riesgo la oportunidad de aprovechar el proceso de relocalización que, si bien ya desde hace años ha ubicado a México como un punto atractivo para la instalación de empresas foráneas, la oportunidad reciente en este tema, que se fortaleció significativamente en los últimos cinco años, podría ponerse en riesgo”, remarcó.
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En cuánto a la inseguridad, detalló que aunque la atención se centró en el cambio presidencial, los niveles de inseguridad crecen con impunidad, ya que durante septiembre se registraron 75.3 homicidios dolosos por día.
Resaltó que minimizar los problemas de inseguridad, impunidad y delincuencia “solo avivan la incertidumbre y la preocupación tras la aprobación de la Reforma Judicial, que al parecer podría limitar la aplicación de una justicia efectiva.
“Con un sistema judicial debilitado e impreparado, es muy probable que los niveles de inseguridad e impunidad se fortalezcan en perjuicio de la población y de la actividad productiva, como recién se aprecia en el norte del país, especialmente en Sinaloa, en donde pareciera que la delincuencia ha tomado prácticamente el control gracias a la permisiva política del gobierno de abrazos y no balazos”, aseguró.
Resultados más recientes del Inegi muestran que en el segundo trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.2 por ciento, porcentaje que, “si bien supera marginalmente el dato previo de 0.1 por ciento, no muestra señal alguna de una mejora en los siguientes trimestres”.