Los inversionistas de Deutsche Bank cuestionaron la sostenibilidad de los planes de crecimiento del banco alemán y pidieron un trasvase de recursos desde su banca de inversión, aunque elogiaron al consejero delegado, Christian Sewing, por estabilizar el banco.
Las declaraciones, que se harán en la junta general anual de Deutsche Bank, se producen después de que el banco registrara 11 trimestres consecutivos de beneficios tras años de pérdidas, pero también en un contexto de rescates bancarios a ambos lados del Atlántico que han sacudido la confianza en el sector.
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Andreas Thomae de Deka, inversor del Deutsche Bank, dijo que los objetivos del banco requieren un "fuerte viento de cola" de los mercados para alcanzarlos, y la subida de los tipos de interés ha sido "pura adrenalina" para el banco.
"Pero, ¿hasta qué punto son sostenibles estas subidas?", preguntará a la dirección, según un avance de sus declaraciones.
Alexandra Annecke, gestora de carteras de Union Investment, otro inversor, dijo que Deutsche Bank había "resurgido como el ave fénix de sus cenizas", pero que quedaba mucho trabajo por hacer.
La baja valoración del banco es una "señal de alarma", dijo, según avance de sus declaraciones.
También pidió al banco que transfiera capital de su banco de inversión a otras áreas del banco que ofrezcan mayores rendimientos.
"Deutsche Bank es uno de los bancos europeos más dependientes de la banca de inversión, un negocio poco predecible y opaco que está haciendo bajar la valoración de sus acciones", afirmó.
srgs