El sector privado del país cerró filas para rechazar la posible eliminación del proyecto de las siete zonas económicas especiales (ZEE) del país, lo que pone en riesgo 11 mil 600 millones de dólares, 3 mil millones que ya se tenían “amarrados” y 8 mil 600 millones más que estaban considerados a partir del interés de por lo menos 83 empresas con posibilidad de generar más de 30 mil empleos en Puerto Chiapas, Chiapas; Salina Cruz, Oaxaca; Lázaro Cárdenas, Michoacán; La Unión, Guerrero; Coatzacoalcos, Veracruz; Seybaplaya, Campeche; Dos Bocas, Tabasco, y Progreso, Yucatán.
El que fuera uno de los planes más ambiciosos de la administración de Enrique Peña Nieto, gestado en 2016, delimitó áreas que ofrecen un entorno de negocios excepcional, estimulan la inversión y la actividad económica por medio de un atractivo paquete de incentivos fiscales federales en materia de IVA, ISR, cuotas obrero-patronales, capacitación y el establecimiento de un régimen aduanero especial.
Su posible desaparición, como lo anticipó el jefe de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, de la Secretaría de Hacienda, Rafael Marín Mollinedo, desató la molestia del sector productivo del país por considerar que pone en riesgo el desarrollo de la parte más pobre del país, para la cual se habían prospectado fuertes inversiones.
El martes pasado Marín dijo que al desarrollo de las siete zonas “se les ha dejado de poner atención” y que “el futuro es el desarrollo del Istmo de Tehuantepec”, y ayer la Secretaría de Hacienda lanzó la convocatoria a la consulta indígena para la creación del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, para los días sábado 30 y domingo 31 de marzo de 2019.
En un comunicado, la dependencia indicó que el programa tiene como fin generar las condiciones para una economía incluyente que promueva el bienestar de las comunidades indígenas y afromexicanas, y garantice una distribución justa de beneficios, con pleno respeto a la soberanía nacional y las formas de organización y vida comunitaria de los pueblos, preservando el cuidado al medio ambiente y priorizando la inversión pública y nacional.
Apenas en septiembre pasado el ex titular de este organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, estimó que para los próximos 15 o 20 años el monto de inversión en las zonas alcanzaría 42 mil millones de dólares.
Las ZEE “estaban pensadas para hacer un proyecto disruptivo, para equilibrar al sur-sureste, generando empleo, inversión, infraestructura, apoyando al capital humano para cerrar las brechas regionales que existen entre el centro, occidente y norte del país. Ojalá las puedan aprovechar”, dijo en entrevista con MILENIO Gutiérrez Candiani.
Afirmó que existen inversiones que ya tienen un gran avance, mismas en las que solo faltaban algunos permisos para iniciar, por lo que confió en que la nueva administración aproveche estas áreas de oportunidad.
“Ellos evaluarán, lo que quisiera es que se aprovechara, todo es mejorable y corregir lo que se tenga que corregir. Deseo que este proyecto pueda seguir independientemente de los matices que puedan haber. Al final es decisión del nuevo gobierno, si le da continuidad y da las autorizaciones para la instalación de las empresas”, aseveró.
Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos Férez, cancelar las ZEE será una pésima noticia para los estados más pobres del país.
“Creo que no se está dimensionando bien. Lo hemos platicado con algunos funcionarios, tengo la impresión de que ellos consideran que se necesita meter mucha inversión en las ZEE; habrá algunas que sí, pero de manera muy clara en Coatzacoalcos, Salina Cruz, Lázaro Cárdenas e incluso Tapachula, donde la inversión por parte del gobierno es mucho menor que cualquiera de los proyectos de esta administración”, afirmó.
Expuso que una de las mayores preocupaciones es que las leyes “se estén quedando como letra muerta en el caso de la reforma energética y ahora de las ZEE. Si no desean que se apliquen las leyes pues que las modifiquen, porque no pueden simplemente de facto matarlas”.
El secretario de Desarrollo Económico de Michoacán, Jesús Melgoza, informó que el próximo lunes se reunirán todos los secretarios de Desarrollo Económico de los estados involucrados para realizar un posicionamiento público a escala nacional y entregar una propuesta formal de cómo debería continuar el proyecto.
DUDAS EN EL SECTOR PÚBLICO
Tanto el sector público como privado de Michoacán manifestaron su rechazo a esta decisión y la calificaron como un grave error, al ser las ZEE de los proyectos de desarrollo más importantes del país; pidieron reconsiderar la idea.
Para el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, la cancelación será un balazo en el pie para el propio gobierno, cuyo desconocimiento pone en riesgo el desarrollo regional donde se asentarían los complejos. “¡Por Dios! No entiendo la ruta de muchos de los funcionarios del gobierno actual que quieren destruir todo”, dijo el perredista.
El secretario de Desarrollo Económico de Michoacán, Jesús Melgoza, comentó que hace dos meses el propio jefe de la Autoridad para las ZEE, Rafael Marín, le aseguró que el proyecto iba para adelante y que solo se revisaba el alcance del nombre e implementación; recordó que China cuenta con 750 ZEE.
Para Chiapas, las ZEE serían el detonante para el desarrollo industrial, aseguró Yamil Melgar Bravo, secretario de Economía y del Trabajo estatal, y aseguró que en las reuniones que se han realizado con los directivos de éstas y los gobernadores de los estados involucrados hay coincidencias en la conveniencia de los proyectos, por lo que la SHCP solo está revalorando el curso a seguir.
Empresarios del sur de Veracruz también lamentaron la medida, pues en las ZEE tenían sentadas las esperanzas de que el sur de la entidad despegue económicamente.
REFINERÍA DOS BOCAS
Apenas en abril del año pasado Campeche y Tabasco recibieron la declaratoria como ZZE, en las cuales se prohibió explícitamente las actividades de refinación y procesamiento de hidrocarburos, algo que contradice la propuesta de construir la refinería de Dos Bocas. De realizarse la cancelación, quizá esta declaratoria quedaría sin efecto.
De acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, “las actividades de refinación de petróleo y procesamiento de gas natural, así como el almacenamiento, el transporte, la distribución y la comercialización de hidrocarburos y petrolíferos, que se aprovechen fuera de la sección correspondiente, ya están siendo impulsadas a través de los instrumentos previstos en la reforma energética, por lo que no es pertinente que dichas actividades se desarrollen en las secciones de la Zona Económica Especial” de Campeche y Tabasco, respectivamente.
Con información de: Óscar Celaya, Francisco García Davish, Isabel Zamudio, Hermes Chávez y Silvia Rodríguez.