Hoy, Javier Jiménez Espriú renunció a la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), tras un desacuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador tras el anuncio de que las Fuerzas Armadas tomarían el control de las aduanas y puertos; el funcionario había desempeñado el cargo desde el primero de diciembre de 2018.
El oriundo de Ciudad de México estudió Ingeniería Mecánica Electricista en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución de la cual obtuvo su título en 1960. Después de ello, realizó estudios de posgrado en el Conservatoire des Arts et Metiers de París.
Jiménez Espriú fue presidente del Consejo Directivo de la Fundación Javier Barros Sierra; miembro de la Comisión México – Estados Unidos para el Intercambio Educativo y Cultural y Miembro del Consejo Consultivo de la Fundación UNAM.
El ahora ex secretario de Comunicaciones y Transportes trabajó en la dependencia de 1982 a 1988, como subsecretario de Comunicaciones y Desarrollo Tecnológico.
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Además, es miembro del Número de la Real Academia de Ingeniería de Suecia y de la Academia Internacional de Astronáutica, Sección Ingeniería y del Consejo Directivo del Instituto Mexicano del Petróleo; así como del del Instituto Mexicano de Investigaciones Eléctricas; y fundador del Instituto Mexicano del Transporte y del Instituto Mexicano de Comunicaciones, del Servicio Postal Mexicano y de Telégrafos Nacionales.
En junio de 2018, un mes antes de la contienda presidencial y durante el tercer debate previo a ésta, José Antonio Meade, candidato por el PRI a la presidencia de la República, señaló la relación de la familia de Espriú con la constructora brasileña Obredecht.
La información se refería a la relación con la compañía Braskem Idesa, filial de Obredecht en la planta petroquímica Etileno XXI. “López Obrador está perfectamente enterado de esto desde hace mucho tiempo.Yo soy miembro del Consejo de administración de Idesa. Así está en mi página, así está en el currículum que yo le entregué al señor López Obrador, sabe perfectamente de qué se trata”, dijo entonces el ex funcionario.
Ya en el cargo de la SCT, en abril del año pasado Espriú dijo que no hubo corrupción en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) y que la cancelación de éste se relacionó con temas de carácter técnico, así como el costo económico y social; un día después el ejecutivo federal corrigió la información del miembro de su gabinete y afirmó que sí hubo corrupción en el proceso.
“Es corrupción porque por intereses se decidió construir el aeropuerto de Texcoco, en el peor sitio del Valle de México, en donde se producen más hundimientos, donde no se garantizaba la calidad de la obra”, dijo entonces el presidente.
En junio del año pasado, luego de que López Obrador se refiriera a quienes presentaron los amparos por el aeropuerto de Santa Lucía, como “corruptos”, el entonces titular de la SCT manifestó que no estaba de acuerdo con el presidente.
En ese momento se especuló la posible salida del funcionario. Más tarde en un mensaje a través de su cuenta de Twitter desmintió la información y dijo que en dicho tema en particular, estaba de acuerdo con el presidente.
MRA