Al comenzar este año, pocas personas en Venezuela —mucho menos fuera— sabían mucho sobre Juan Guaidó. Ahora, el político de 35 años fue reconocido formalmente por el presidente estadounidense Donald Trump y un grupo de líderes latinoamericanos como el legítimo mandatario interino de su país, una desafiante escalada de la presión internacional sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
El reconocimiento es resultado de su posición como presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, o Congreso, considerada por muchos como el último bastión de la democracia en el país, pero despreciada por Maduro.
Guaidó fue elegido en 2015 como representante de su estado natal, Vargas, en la costa del Caribe. Pero fue hasta el 5 de enero que su partido, Voluntad Popular, asumió la presidencia de la Asamblea bajo un nuevo acuerdo de poder compartido con sus aliados, lo que catapultó a Guaidó a un papel protagónico.
En muchos sentidos es un líder accidental. Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular, está bajo arresto domiciliario, y otras altas figuras del partido quedaron al margen. Uno está en el exilio en EU mientras que otro se refugió en la embajada chilena en Caracas.
En parte como resultado, le correspondió a Guaidó encabezar la oposición nacional contra Maduro, quien este mes juró para un segundo mandato, pero cuyo gobierno ya no es reconocido por muchos países del mundo.
En una de sus primeras entrevistas este mes, sugirió que estaba listo para asumir el reto. “La oposición venezolana no es perfecta”, dijo el alto y delgado político a Financial Times en el edificio de la Asamblea en Caracas. “Pero estamos comprometidos a seguir aplicando la presión para lograr un cambio”.
“Nicolás Maduro no va a tener una epifanía y aceptar que debe hacerse a un lado… eso ocurrirá a través de la presión de la ciudadanía”, añadió Juan Guaidó. A los pocos días a su nombramiento, Iris Varela, ministra de prisiones de Venezuela, dijo que ya preparaba una celda y el uniforme para Guaidó.
Dos días después, miembros de la policía secreta de Venezuela detuvieron por un periodo breve a Guaidó, en lo que el gobierno de Maduro desestimó como un “espectáculo mediático”.
En todo caso, el líder de Voluntad Popular posteriormente se volvió más directo, lo que culminó con su decisión de tomar un juramento autoadministrado como presidente interino de Venezuela, durante las manifestaciones callejeras masivas en Caracas el miércoles pasado.
En cuestión de minutos, Donald Trump emitió un comunicado para reconocerlo, y rápidamente lo siguieron la mayoría de los países del continente americano. Sin embargo, otras naciones —Rusia, China, México y Cuba— consideran que esa decisión es ilegítima y todavía consideran a Maduro como el líder de Venezuela
En 2009, Juan Guaidó se convirtió en miembro fundador del partido Voluntad Popular y un seguidor de Leopoldo López, quien fue encarcelado después de encabezar las protestas contra el gobierno de Maduro en 2014.
Casado y con una hija pequeña, resultó herido en una de las manifestaciones en 2017. Después de su breve detención este mes, dijo que no va a dar marcha atrás. “El juego cambió. La gente está en las calles”, dijo a una multitud de partidarios que lo vitoreaban. “Si con mi arresto ellos querían enviar un mensaje que nos llevara a escondernos, esta es su respuesta”, dijo. “¡Estamos aquí!”.