Kenneth Smith, ex jefe negociador del T-MEC, dijo que, para las empresas, el nearshoring que se está dando en México “es la joya de la corona”, pero especialistas resaltan que el proceso requiere un enfoque diferente para un impacto positivo en la sociedad.
Durante su participación en el foro de perspectivas organizado de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), destacó que mediando el fenómeno del nearshoring, la industria puede ser proveedora de muchas empresas que se están instalando en México, debido a que países como Estados Unidos y Canadá, así como de Europa y Asia, están haciendo importantes inversiones en sectores de manufactura.
Buscando un nearshoring más humano
Smith Ramos apuntó que se observa una recuperación gradual en el sector del plástico, aunque no se han alcanzado aún los niveles de producción registrados en 2018; persiste un déficit comercial significativo debido a importaciones de Estados Unidos y Asia.
“El impulso a industrias como la automotriz, médica y de electrodomésticos, entre otras, impactará de manera positiva la demanda de productos de plástico, material que está presente en más del 80 por ciento de los sectores productivos. Sin embargo, persisten retos en materia de regulaciones, así como en la adopción de nuevas tecnologías”.
Nuevo enfoques para nuevos resultados
En este sentido, la Anipac mencionó que el propósito del foro fue analizar panorama actual y futuro a nivel nacional e internacional, así como explorar oportunidades emergentes en el contexto del nearshoring.
Alejandro Echeverri, cofundador y director de URBAM, el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales de la Universidad EAFIT en Medellín, Colombia, subrayó la urgencia de tomar decisiones hoy, pues estas definirán la calidad de vida en las próximas décadas.
“Este tema del nearshoring es un tema de una fuerza de choque. Esto no es una economía orgánica que se va a demorar 30 años en llegar, llega repentinamente como los huracanes, no puede ser con políticas similares a las que tenemos”.
Reconoció que los cambios necesarios implicar costos políticos, pero son fundamentales para un desarrollo equitativo y sustentable. En tanto, José Antonio Torre, director del Centro para el Futuro de las Ciudades, expuso que un reto será para el desarrollo de vivienda sin expulsar a las personas de las zonas urbanas.
Expuso que la construcción de hogares experimenta una caída del 15 por ciento, mientras que la vivienda social ha disminuido hasta un preocupante 74 por ciento. Este declive no solo afecta la oferta de vivienda asequible, sino que también tiene consecuencias sociales, como la expulsión de los más necesitados a las afueras de las ciudades.
“El nearshoring claramente trae grandes oportunidades a nuestro país, pero esta tendencia expansiva de la que vamos muchos años hablando fue expulsiva: las ciudades se desparraman, hablando de esta expansión caótica”.
EDD