El sector restaurantero ha sido uno de los más golpeados en materia económica por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, otro de los grandes retos que han tenido que enfrentar ha sido la rotación del personal.
De acuerdo a Gabriela Flores, integrante del nuevo consejo directivo de la Canirac y restaurantera, lamentó que en momentos en que no hay muchas oportunidades laborales, los restauranteros se enfrentan a la rotación del personal, en el que se invierte en capacitación y se pagan buenos sueldos, pero aun así prefieren renunciar en búsqueda de nuevas experiencias laborales.
Al compartir experiencias de operación con el resto de sus compañeros en el consejo directivo de Canirac, la empresaria lamento la complicación que deben enfrentar para encontrar personal que esté comprometida con el trabajo, pero también que muestre un gusto por el servicio.
Reconoció que los restauranteros dan los empleos a personas que necesitan el trabajo, pero no porque tenga la vocación y esto se refleja en su productividad y a la larga terminan renunciando en busca de otras oportunidades.
Lamentó que ni la más extensa capacitación que se logre impartir a los trabajadores del ramo gastronómico, si no tienen la vocación de servicio y atención al cliente, terminará yendose, haciendo del fenómeno de la rotación algo muy común.
Visualizó la falta de compromiso y apertura de servicio cliente en trabajadores del rango de los veinte años de edad, en donde se refleja la falta de compromiso y arraigo por la responsabilidad.
EGO