La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la región es la más endeudada del mundo en desarrollo y la que tiene el mayor servicio de deuda externa en relación con las exportaciones de bienes y servicios, lo que supone un riesgo para la recuperación económica, tras la pandemia del covid-19.
De acuerdo con información de la Cepal, en todos los países de la región, sin excepción, la situación fiscal se ha deteriorado y el nivel de endeudamiento del gobierno general ha aumentado, y se espera que dicho endeudamiento se incremente de 68.9 a 79.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) entre 2019 y 2020 a nivel regional.
En una reunión virtual con los países de América Latina y el Caribe miembros de la Cepal, la secretaria ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, refirió que la pandemia ha magnificado las brechas estructurales de los países de la región, al tiempo que ha ampliado sus necesidades financieras para afrontar la emergencia y ha generado un aumento de los niveles de endeudamiento que pone en peligro la recuperación y la capacidad de los países para una reconstrucción sostenible y con igualdad.
Al presentar el informe “Financiamiento para el desarrollo en la era de la pandemia de covid-19 y después: Prioridades de América Latina y el Caribe en la agenda de políticas mundial en materia de financiamiento para el desarrollo”, señaló que en el contexto actual de la pandemia, la agenda de financiamiento para el desarrollo plantea dos retos interrelacionados, a corto y mediano plazo.
A corto plazo, se debe favorecer la expansión del gasto público y prestar una atención especial a los grupos vulnerables, en particular a los segmentos de ingresos bajos y a las personas mayores.
Además, añadió la secretaria ejecutiva de la Cepal, las políticas de financiamiento para el desarrollo a corto plazo también son necesarias para compensar los efectos perjudiciales que las políticas de contención (basadas en el distanciamiento físico y el aislamiento voluntario) tienen sobre la actividad económica, el tejido y la estructura productiva, y el empleo.
Alicia Bárcena señaló que esto supone sostener el consumo de las personas y las familias, para esto es necesario adoptar medidas excepcionales transitorias de mantenimiento del ingreso, como una renta básica temporal garantizada por el Estado.
A mediano y largo plazo, añadió, a medida que la prioridad de las políticas pase a ser construir un futuro mejor en lugar de hacer frente a la urgencia, el programa de financiamiento para el desarrollo debe promover una orientación de política anticíclica que tenga por objeto aumentar el empleo y mantener un crecimiento adecuado.
En este contexto, la Cepal sostuvo que la ampliación de los gastos públicos de capital y los desembolsos destinados a la transformación productiva y la ecologización de la economía son fundamentales para impulsar la labor de recuperación.
srgs